domingo, 29 de junio de 2008

Contar cuentos

Por Mario Vargas Llosa. Escritor

Gracias a su inventiva prodigiosa y a sus sutiles artes de contadora de cuentos, Sherezada salva su cabeza de la cimitarra del verdugo. Arreglándoselas cada noche para tener a su esposo y señor, el rey Sahrigar, fascinado por sus historias, e interrumpiendo su relato cada amanecer en un momento particularmente hechicero de la intriga, durante mil noches y una noche consigue aplazar su ejecución hasta que, al cabo de esos casi tres años, el sanguinario monarca sasánida le perdona la vida y comienza para la pareja su verdadera luna de miel.

Sherezada lleva a cabo una verdadera proeza, sin duda. No puede devolver la vida a las decenas de muchachas sacrificadas a lo largo de un año por el déspota salvaje que vengaba en esas efímeras esposas de una noche la humillación que había sufrido al verse engañado por sus disolutas concubinas de antaño, pero, con sus astucias de gran narradora, desanimaliza al bárbaro que hasta antes de casarse con ella era puro instinto y pulsión y desarrolla en él las escondidas virtudes de lo humano. Haciéndolo vivir y soñar vidas imaginarias, lo enrumba por el camino de la civilización.

No existe en la historia de la literatura una parábola más sencilla y luminosa que la de Sherezada y Sahrigar para explicar la razón de ser de la ficción en la vida de los seres humanos y la manera como ella ha contribuido a distanciarlos de esos oscuros orígenes de su historia en los que se confundían con los cuadrúpedos y las fieras. Y esa es sin duda la razón de que Sherezada sea uno de los personajes literarios más seductores y perennes en todas las lenguas y culturas.

Para Sherezada contar cuentos que capturen la atención del rey es cuestión de vida o muerte. Si Sahrigar se desinteresa o se aburre de sus historias, será entregada al verdugo con las primeras luces del alba. Ese peligro mortal aguza su fantasía y perfecciona su método y la lleva, sin saberlo, a descubrir que todas las historias son, en el fondo, una sola historia que, por debajo de su frondosa variedad de protagonistas y aventuras, comparten unas raíces secretas, que el mundo de la ficción es, como el mundo real, uno, diverso e irrompible. Para el bruto que la escucha y se deja llevar de la nariz por la destreza de Sherezada hacia los laberintos de la vida fantaseada donde permanecerá prisionero y feliz mil noches y una noche, aquella trenza de cuentos le enseñará que, dentro de la violenta realidad de matanzas, cacerías, placeres ventrales y conquistas en que ha vivido hasta ahora, otra realidad puede surgir, hecha de imaginación y de palabras, impalpable y sutil pero seductora como una noche de luna en el desierto o una música exquisita, donde un hombre vive las más extraordinarias peripecias, se multiplica en centenares de destinos diferentes, protagoniza heroísmos, pasiones y milagros indescriptibles, ama a las mujeres más bellas, padece a los magos más crueles, conoce a los sabios más versados y visita los parajes más exóticos. Cuando el rey Sahrigar perdona a su esposa --en verdad, le pide perdón y se arrepiente de sus crímenes-- es alguien al que los cuentos han transformado en un ser civil, sensible y soñador.

"Las mil noches y una noche" no es un libro árabe traducido a las lenguas occidentales, como se suele creer. Sus orígenes son remotos, intrincados y misteriosos. Se trata de multitud de historias, orales y escritas, de origen principalmente persa, indio y árabe, pero también de otras culturas menos extendidas, algunas antiquísimas, procedentes las más viejas de los siglos IX y X, aunque sobre todo del siglo XIII, que, a partir del siglo XVIII fueron recopiladas y vertidas al francés, al inglés y al alemán, por arabistas europeos. El primer traductor europeo de "Las mil noches y una noche" fue el francés Antoine Galland (1646-1715). Esta traducción tuvo un éxito extraordinario y fue vertida a su vez a otras lenguas europeas. La enorme difusión de estos relatos en Europa y el prestigio que alcanzaron hicieron que en el mundo árabe, donde hasta entonces eran desdeñados por los intelectuales como literatura barata y populachera, se rectificara este criterio y empezaran a aparecer las primeras recopilaciones en la lengua original de la mayoría de los cuentos. Recomiendo a quien quiera orientarse en esta enmarañada genealogía los eruditos estudios del arabista español Juan Vernet, uno de los mejores traductores al español de los célebres relatos.

En el siglo XIX aparecieron las primeras versiones directas al inglés, las de los orientalistas Edward Lane y Sir Richard Burton, que, al igual que la de Galland, se difundirían por el mundo entero. Desde entonces las traducciones directas o indirectas de "Las mil noches y una noche" se multiplicarían en todas las lenguas al extremo de competir con la "Biblia" y Shakespeare en ser el libro más divulgado, adaptado, traducido, vestido y desvestido de la historia. La que más circuló, por largo tiempo, en el ámbito de la lengua española fue la retraducción que hizo Vicente Blasco Ibáñez de la versión francesa del pintoresco doctor J. C. Mardrus, la más cargada de erotismo que se conoce. Luego, aparecerían varias más, directas del árabe.

Lo característico de estas traducciones es que prácticamente ninguna es idéntica a la otra. O porque cada traductor se sirvió de diferentes manuscritos, o porque lo que añadió o quitó fue tan grande como los mismos cuentos originales que utilizó, o porque las tendencias morales, religiosas y estéticas de cada época y sociedad lo empujaron a dar una orientación determinada a los textos traducidos, el hecho es que las diferencias entre las distintas versiones de estos relatos son probablemente mayores que los parecidos, como mostró Borges en su célebre ensayo, "Los traductores de las mil y una noches", incluido en "Historia de la Eternidad". Lo cual quiere decir que, aunque orientales en su origen, los cuentos de "Las mil noches y una noche" forman parte también, de pleno derecho, de la literatura occidental. Y, como todo texto clásico --pero más que cualquiera de ellos por su naturaleza proteica y su origen colectivo y plural-- son susceptibles de ser leídos e interpretados de manera distinta por cada generación de lectores. La buena literatura, como la vida, nunca se está quieta: evoluciona, se adapta, se renueva y, sin dejar de ser la misma, es siempre otra, con cada época y lector.

Para escribir mi propia versión he consultado distintas traducciones, pero sobre todo, la --excelente-- de M. Dolores Cinca y Margarita Castells, publicada por Ediciones Destino, el año 2006. He intentado una adaptación minimalista para el teatro, que consta solo de dos intérpretes pero de muchos personajes. Los actores que representan el espectáculo encarnan sus propios roles y a su vez se metamorfosean en el rey Sahrigar y Sherezada y en los diversos protagonistas de las historias que aquella cuenta al rey para escabullirse del verdugo. Mi versión es muy libre. Respetando vagamente la estructura primigenia de algunos relatos --entre ellos no figura ninguno de los más conocidos-- recrea sus contenidos --añadiendo y recortando-- desde lo que podría llamarse una sensibilidad moderna.

Los personajes principales ejercen y disfrutan el placer de contar, una de las más antiguas formas de relación desarrolladas entre los seres humanos, una vez que tuvieron que agruparse en comunidades para defenderse mejor de la fiera, las inclemencias del tiempo, las tribus enemigas y procurarse el sustento. Como Sherezada al rey Sahrigar, esas historias que ardían en la caverna primitiva, alrededor del fogón que apartaba a las alimañas, fueron humanizando a sus oyentes. Ellas son el despuntar de la civilización, el punto de arranque de ese prodigioso camino que llevaría a los seres humanos, al cabo de los siglos, a los grandes descubrimientos científicos, a la conquista de la materia y del espacio, a la creación del individuo, de los derechos humanos, de la democracia, de la libertad y, también, ay, de los más mortíferos instrumentos de destrucción que haya conocido la historia. Nada de eso hubiera sido posible sin el apetito de vida alternativa, de otro destino distinto al propio, que hizo nacer en la especie la idea de inventar historias y contarlas, es decir, de hacerlas vivir y compartir mediante la palabra y, luego, más tarde, la escritura. Ese quehacer, esa magia, refinó la sensibilidad, estimuló la imaginación, enriqueció el lenguaje, deparó a hombres y mujeres todas las aventuras que no podían vivir en la vida real y les regaló momentos de suprema felicidad. Eso es también la literatura: un permanente desagravio contra los infortunios y frustraciones de la vida. Como en una obra mía anterior, "Odiseo y Penélope", en "Las mil noches y una noche" el teatro, la lectura y el contador de historias se funden para dar una versión en formato menor de un gran clásico de la literatura.

Debo a mis queridos y admirados amigos, Aitana Sánchez-Gijón y Joan Ollé, compañeros y maestros de aventura teatral, sugerencias e ideas que corrigieron muchas imperfecciones de mi texto.

Madrid, junio del 2008

sábado, 28 de junio de 2008

EL COMENTARIO DE TEXTO EN LA PRUEBA DE HABILIDADES COMUNICATIVAS

La prueba de habilidades comunicativas del área de Comunicación se compone de tres partes:

a. Expresión y comprensión oral.

b. Comprensión lectora.

c. Producción de textos.

La segunda parte, la comprensión lectora (el análisis de texto), consta a su vez de dos partes en las que se evaluará:

1. Capacidad de síntesis y análisis del contenido del texto.

Para ello se pide:

a. Indicar el tema y la organización de las ideas del texto.

b. Escribir un resumen.

2. Comentario crítico sobre el contenido del texto.

En esta parte se solicita el enjuiciamiento y valoración del contenido del texto, así como su

opinión sobre el tema.

La valoración del análisis del texto asciende a diez puntos de los veinte totales de la prueba de habilidades comunicativas. Estos diez puntos se distribuyen de la siguiente manera:

2 puntos para el resumen;

3 para la enunciación del tema y la descripción de la estructura;

5 puntos para el comentario crítico.

La calificación del ejercicio valorará el contenido y la expresión, teniendo en cuenta respecto a la expresión:

La corrección gramatical (ortografía, signos de puntuación...)

La precisión y claridad en la expresión

El orden y la coherencia en la expresión (estructura del texto, adecuación a las cuestiones o

temas propuestos...)

La riqueza de estilo (variedad, fluidez...)

El principal problema a la hora de realizar el ejercicio de comentario de texto se encuentra en el método a seguir. Sobre todo, el alumno debe evitar confiar en la “inspiración” o en “a ver qué se me ocurre” y, por tanto, debe seguir una serie de pasos que le ayuden. Para lograr un resultado óptimo, debemos partir de una fase previa: la lectura del texto.

LA LECTURA DEL TEXTO

La lectura es la base de un buen comentario de texto porque de ella depende que comprendamos el texto en su totalidad. No basta con leerlo una sola vez ni con leerlo repetidamente “a ver si nos enteramos”. Te proponemos una sucesión de lecturas sistemáticas:

1. Lectura comprensiva: el objetivo es conseguir una visión global del texto.

En esta fase debemos limitarnos a entender la superficie del texto. Para ello indagaremos en el significado de las palabras y la comprensión de los conceptos utilizados.

2. Lectura analítica: ahora debemos arañar la superficie del texto y ver qué hay debajo, para descubrir el hilo conductor y las ideas claves del texto. Para ello debemos:

a. Subrayar todo lo que se considere importante y distinguir lo esencial.

b. Escribir al margen resúmenes de distintas partes, párrafos o grupos de párrafos.

De esta lectura debemos deducir de qué habla el texto y bajo qué enfoque, es decir, el tema. Después reconstruiremos la estructura en que se apoya lo subrayado: dividiremos en partes indicando las ideas fundamentales y las secundarias, pensaremos en la conexión entre las distintas ideas principales y las secundarias entre sí. De esta lectura deduciremos la progresión temática: a dónde quiere llegar el autor y qué camino utiliza para llevarnos allá.

3. Lectura crítica: comprender el texto supone incorporarlo a nuestros conocimientos anteriores, incluso con el riesgo de que éstos se modifiquen, se cuestionen o bien se refuercen. Al principio, este proceso de incorporación del texto a nuestro conocimiento del mundo se produce inconsciente e involuntariamente. Para hacer consciente la comprensión profunda del texto, debemos respondernos a ciertas cuestiones:

a. Relativas al texto:

¿A qué discurso pertenece, periodístico, judicial, literario, etc.?,

¿Quiénes son sus destinatarios?, ¿qué opiniones espera que compartan sus destinatarios;

¿Qué opiniones critica o espera modificar?

b. Relativas al mundo:

¿En qué condiciones o circunstancias históricas se redacta?,

¿Es polémico o conformista con la visión del mundo comúnmente aceptada?,

¿A qué hechos o noticias recientes se refiere?,

¿Es un tema de actualidad candente o un tema siempre debatido por los seres humanos?,

¿Parte de unos valores políticos o éticos presupuestos?

¿Es el autor un especialista en el tema propuesto? ...

c. Las respuestas a estas preguntas también nos implican en el texto:

¿Me afecta el tema del texto?,

¿En qué medida se dirige a mí?,

¿Comparto sus opiniones?, en ese caso ¿total o parcialmente?,

¿Me sorprende la crítica que propone?, ¿por qué?,

¿Puedo aceptar sus principios?,

¿Polemiza con mis principios políticos o éticos?,

¿Qué argumentos hubiese utilizado yo de escribir este texto?

¿Qué argumentos se le pueden objetar?....

EL TEMA

Definir el tema tratado en el texto es el primer ejercicio de síntesis que debemos realizar. El tema es un elemento que proporciona coherencia al texto. Cada una de las partes del texto debe referirse explícita o implícitamente al tema propuesto.

Sin embargo, no debemos pensar que el tema se puede definir con una sola palabra, un sustantivo. La coherencia del texto viene proporcionada por el asunto objeto del tema y por su tratamiento. Por tanto, al definir el tema, debemos indicar no sólo de qué se habla, sino también bajo qué enfoque. Así pues, el tema se definirá refiriendo:

a. El objeto de estudio, es decir, de qué habla.

b. La parte concreta analizada, es decir, de qué aspecto.

c. Su relación, conflictiva o no, con alguna otra parte de la realidad humana, es decir, en relación

con qué.

Fíjate en que el tema así planteado nos ofrece una panorámica de la que será su progresión temática, de tal modo que podremos intuir la estructura. Es como un primer indicador de dirección, ruta y destino para un viaje.

Debemos tener mucho cuidado, pues esto no significa indicar en el tema la subjetividad del emisor ni las conclusiones u opiniones expuestas. Tampoco debemos confundir el tema con un posible título para el texto. El título de un texto busca tan sólo atraer la atención de los lectores, provocar su sorpresa o interés. Es más, el título puede en ocasiones confundirnos y no debemos dejarnos llevar por él para determinar el tema de un texto.

Es preferible indicar el tema con un sintagma nominal complejo, evitando expresarlo con una oración o con una sola palabra. El tema puede ser definido por dos estudiantes con palabras diferentes, bien porque se destaquen un matices diferentes, bien porque se defina de una manera más general o más precisa, bien porque utilicen léxicos diferentes.

LA ESTRUCTURA DEL TEXTO

La descripción de la estructura del texto es un ejercicio en el que demostramos no solo nuestra comprensión del texto y de las relaciones entre sus partes, sino también nuestra capacidad de síntesis al extraer las ideas principales y las secundarias. Una vez realizadas las actividades de lectura, subrayado y definición del tema del texto, se necesita volcar esta información en una estructura.

La estructura del texto se muestra a través de un esquema. Éste ordena las ideas de un texto, refleja de un golpe de vista la estructura general y facilita el recuerdo, la comprensión y el aprendizaje. Para elaborar el esquema debemos:

a. Dividir el texto en partes pequeñas que compartan un mismo punto en el desarrollo temático.

b. Reconocer las estructuras textuales y la función que cumple cada una de las partes indicadas: la estructura descriptiva (nombre, definición, partes y características) narrativa (personajes, acciones, cronología, comienzo, desarrollo, desenlace) expositiva (definición, explicación, partes, causas, consecuencias, características, ejemplos) o argumentativa (tesis, argumentos, contraargumentos, refutaciones, conclusiones).

c. Reducir a conceptos o palabras claves cada una de las partes en que hemos dividido el texto. Estas palabras pueden aparecer en el texto y las subrayamos o puede que tengamos que deducirlas nosotros mismos. Entonces debemos escribirlas al margen de cada parte. Estas palabras o conceptos claves serán las ideas principales desarrolladas en cada una de las partes. Es el momento de indicar la función de cada parte en la estructura textual. La división en partes y la definición de las ideas principales nos proporcionan la estructura básica del texto.

d. Dentro de cada parte veremos cómo la idea principal se reelabora en otras ideas secundarias. Además tanto la idea principal como las secundarias se concretan en una serie de datos o ejemplos que también señalaremos.

e. Finalmente, debemos dibujar la estructura en un esquema que reproduzca la linealidad del texto, la función, idea principal, ideas secundarias y datos o ejemplos concretos de cada parte.

No debemos abusar de expresiones como “Desde tal palabra hasta tal otra” ni “Desde la línea tal hasta la línea cual” pues no aportan claridad ¡ni el profesor es un ordenador!

El dibujo del esquema puede adoptar la forma de árbol invertido, porque primero aparece la raíz, el tema, y después el tronco o ideas principales y finalmente las ramas o ideas secundarias. Otra forma es el esquema radial porque la palabra clave se coloca en el centro del esquema y las ideas principales y secundarias se unen por medio de flechas.

También podemos utilizar los sistemas más “clásicos” de llaves o de números y letras.

EL RESUMEN

Una vez definidos el tema y la estructura del texto, estamos en condiciones óptimas para redactar el resumen. Respecto a esta actividad, los profesores nos comportamos como si fuese muy elemental y se da por sabida, pero los alumnos la temen como si se tratara de un ejercicio extraordinario, difícil y de técnica desconocida. Ni lo uno, ni lo otro.

Efectivamente, el resumen está permanentemente en nuestras actividades cotidianas, lo practicamos cada vez que contamos el argumento de una novela, una noticia, explicamos nuestras convicciones sobre alguna cuestión o explicamos las opiniones ajenas. Es decir, a menudo en nuestras actividades diarias utilizamos diferentes textos, pero no en su integridad, sino a través de un resumen. Pero también es verdad que el resumen escrito de un texto complejo requiere unas habilidades y una preparación específica.

¿Qué es resumir?

Resumir es construir un nuevo texto que sustituye a otro conservando su información y su organización textual. Por eso, resumir es solo posible si se ha comprendido y analizado el texto en cuestión. Un resumen es una especie de mapa que nos permite movernos por el texto ausente, conservando la información esencial y proporcionando un hueco por si quisiéramos dar cabida a la información omitida. El resumen debe representar, no reproducir, con fidelidad el texto, de tal manera que la información que hemos omitido, pudiésemos asociarla a algún fragmento del resumen.

El resumen también debe recoger el aspecto pragmático del texto, es decir, identificar el autor, el texto en concreto, el tipo de mensaje y su intención comunicativa.

¿Qué hace el autor con el texto? Esta parte debe ser el inicio de nuestro resumen y hace que cualquier lector identifique inmediatamente nuestro texto como un resumen.

Inmediatamente después debe aparecer la información sobre el contenido: el objetivo del texto y las informaciones principales y secundarias. Para esta parte podemos usar la información detallada en la estructura. Finalmente, el resumen debe ser coherente, es decir, tener los debidos mecanismos de coherencia textual: conectores, sinonimia, correferencias, repeticiones, etc., de modo que cada oración del resumen deje clara su relación con las oraciones anteriores.

En el resumen, la búsqueda de la brevedad hace que omitamos información porque se da por “sabida” por el lector, sin darnos cuenta de que es necesaria para la correcta comprensión del resumen. Debemos, por tanto, explicitar y concretar los hechos y circunstancias a que se refiere el autor sin dar nada por sabido o presupuesto.

Resumir consiste en cuatro operaciones fundamentales: omitir, seleccionar, generalizar y construir:

a.) Omitir todo lo que no tenga función en la estructura: situaciones anecdóticas, aspectos casuales

o episódicos. Son datos sin importancia en el diseño general del texto.

b.) Seleccionar consiste en mantener la parte del texto que recoja lo esencial. La selección consiste

en reescribir el enunciado que implica los otros. ¡Pero mucho cuidado con repetir y copiar las

frases del texto! El resumen debe consistir en todo momento en un nuevo texto construido

totalmente por nosotros.

c.) Generalizar consiste en redactar el caso general que engloba los casos concretos que aparezcan

en el texto.

d.) Construir: a veces el texto original omite información porque su autor espera que los lectores la

deduzcamos. En este caso debemos reconstruir esa información que relaciona acciones o hechos

que aparecen en el texto original.

Resumir es construir un nuevo texto pero utilizando selecciones, omisiones y generalizaciones, de ahí que el resultado no conserve apenas las palabras literales del texto.

Debemos comprobar que el resultado de estas operaciones posea las siguientes características:

1. Brevedad: el resumen condensa y reduce sin dejar atrás ningún dato importante pero sin enunciar datos accesorios, pues eso significa darles una importancia que no poseen en el texto.

2. Objetividad: no se debe tergiversar el sentido del texto ni utilizar términos equívocos o inexactos. Tampoco se deben dar valoraciones personales que distorsionen lo expresado en el texto.

3. Textualidad: el resumen es un texto breve pero completo. Se debe evitar tanto hacer resúmenes esquemáticos como seguir linealmente la sucesión de ideas del texto. Es aconsejable no tener delante el texto al hacer el resumen y seguir nuestro propio orden de exposición.

4. Personalidad: no se debe imitar el estilo del texto resumido. Se debe utilizar un tono y estilo neutro con nuestras propias palabras. Si el autor ha utilizado un estilo concreto con una intención significativa, debemos hacer referencia a este estilo al principio o al final del resumen, nunca en medio. Este es el caso de la ironía, la vehemencia, la hipérbole, la alusión directa al lector, etc. Sin embargo, si un estilo determinado es el esperado en ese tipo de texto o, sencillamente, es el fruto de una redacción esmerada, no debemos hacer alusión a él en el resumen. Por ejemplo, el tono serio y solemne de la Constitución no es significativo pues es el esperado en ese tipo de textos y, por tanto, no se debe indicar en un resumen. No copies nunca partes del texto.

Cada lector resume de manera distinta: primero, porque los estilos son diferentes; segundo, porque como dijimos acerca del tema, las percepciones también difieren. Sin embargo, no puede haber dos resúmenes tan diferentes que pensemos que corresponden a textos originales diferentes.

EL COMENTARIO CRÍTICO DEL TEXTO

Con el comentario crítico se pretende valorar nuestra capacidad de creación y redacción de textos personales, coherentes y correctos estilística, gramatical y ortográficamente. También es una forma de comprobar que hemos comprendido profundamente el texto comentado.

“Comprender profundamente” significa no solo comprender “la letra”, sino también que comprendemos el mundo al que se refiere, las ideas que subyacen, las personas a las que se dirige, lo que quiere lograr de estas personas, de qué quiere convencerlas y para qué, es decir, su intención comunicativa. Observa que estas preguntas debemos hacérnoslas durante la lectura crítica.

Comentar implica, por tanto, “explicar el texto”. Para explicar el texto, debemos suponer que existen receptores para los que es totalmente ininteligible porque no conocen el mundo al que se refiere, ni las ideas que lo sustentan ni se imaginan qué cambio espera provocar en sus receptores. Cuando expliquemos el texto, debemos tener en mente a este receptor tan ignorante (¡aunque se trate del señor profesor!).

“Comprender profundamente” también significa que el texto provoca una respuesta en nosotros no como estudiantes, sino como ciudadanos. El texto propone ideas que coinciden, difieren o modifican nuestros conocimientos y opiniones previas sobre el tema.

Hemos visto que el autor posee unas determinadas intenciones comunicativas que se satisfacen, en alguna medida, en nosotros. El comentario es nuestra respuesta como receptores al mensaje enviado por el autor.

Comentar implica también, por tanto, “responder al autor del texto”, entablar un diálogo. Dialogar con alguien nos obliga a partir desde el punto donde lo dejó nuestro interlocutor (el autor, en nuestro caso), a apoyar o criticar las ideas defendidas por éste, a derivar nuestras propias consecuencias si apoyamos sus conclusiones, y a deducir nuestras propias conclusiones y consecuencias si es que criticamos las del autor.

Varios son los problemas con los que el estudiante se enfrenta al abordar el comentario crítico:

1. Falta de juicio previo o de opiniones formadas sobre el tema propuesto.

Efectivamente, por la juventud y variedad de intereses nadie espera que el estudiante opine con profundidad sobre todos los temas posibles. Sin embargo, si el alumno percibe que el texto provoca su asentimiento, rechazo o, por qué no, su sorpresa, entonces, eso se debe a que el texto ha dado con algún conocimiento o experiencia previa que le puede servir para desarrollar el comentario. Incluso, aunque esto no ocurriera, el alumno debe tener claro que el texto propuesto ya es un objeto por sí solo comentable desde criterios más objetivos. De todos modos, estar al día de la actualidad periodística, leer artículos de opinión y estar atentos a los debates sociales son una gran ayuda no solo para responder a un comentario crítico, sino especialmente para madurar como personas y ciudadanos responsables.

2. Temor a no expresar la opinión correcta o acertada. No existen respuestas fallidas ni acertadas en un comentario crítico, pues todas las opiniones son válidas.

Solo se va a evaluar que el comentario se atañe al texto comentado, que se expone las ideas propias coherentemente y que el estilo y la redacción son correctos.

3. Comprensión parcial o incompleta de lo expuesto en el texto. No es necesario comprender el texto en su totalidad. La comprensión de las ideas principales y el reconocimiento del tema, de las tesis y de las consecuencias propuestas por el autor son suficientes para la elaboración de un comentario crítico.

4. Falta de conciencia de por qué está a favor o no de lo expuesto. Nuestra primera respuesta es siempre intuitiva. Para hacerla consciente debemos proceder a una lectura crítica. Esto implica leer preguntándonos acerca de las condiciones de verdad o falsedad de cada una de las partes del texto y de los argumentos utilizados por el autor y respondiéndonos qué pensamos nosotros al respecto. De esta lectura crítica extraeremos los argumentos que manejamos para la explicación y defensa de nuestras opiniones respecto al texto.

5. Hábito de reproducción de textos “estudiados”, es decir, memorizados. Los exámenes nos obligan a reproducir de memoria no solo unos datos o conceptos, sino también la estructura en que están ordenados para su enunciación. Esta práctica “atrofia” nuestra capacidad de crear textos propios con contenidos académicos.

Debemos, por tanto, ser conscientes de esta deficiencia y cambiar de mentalidad a la hora de redactar el comentario crítico, pues no es un “examen” tradicional.

6. Excesiva confianza en la inspiración o la espontaneidad a la hora de redactar.

Precisamente, los únicos textos no memorísticos que el alumno produce habitualmente son cartas personales, debates orales improvisados y conversaciones distendidas con los amigos. Por eso rechaza la preparación previa y programada de un texto, sin darse cuenta de que el comentario requiere un esquema previo para que dé como fruto un texto completo y coherente. Además, el esquema se convierte en una herramienta fundamental para utilizar el escaso tiempo disponible para esta prueba escrita en la selectividad. La práctica del esquema y del comentario son ejercicios necesarios y útiles para otras muchas pruebas que la vida nos ofrece, como la redacción clara y comprensible de una instancia a la administración, una reclamación por escrito, la defensa de nuestras posiciones e intereses en un conflicto, a la hora de competir por un puesto de trabajo, etc.

7. Dificultades a la hora de utilizar la puntuación y el léxico correctos. Hay una serie de medidas que ayudan a evitar errores lingüísticos y estilísticos:

a. Escribir oraciones cortas y sencillas (recuerda: el punto y seguido es el mejor amigo del que

escribe). No escribir el monstruo oración-párrafo. Tanto “que” y tanto “y” y tanta coma

innecesaria se pueden eliminar y sustituir por un punto y seguido.

b. Colocar una coma solo cuando sea necesario (enumeraciones, apartes, explicaciones a una

palabra, después de la proposición subordinada y antes de la principal) y nunca entre el sujeto y

su verbo, nunca para separar oraciones y nunca porque pensemos que “haya que hacer una

pausa”.

c. Ordenar el texto en párrafos. Cada párrafo, una idea.

d. Cuidar la presencia y legibilidad del texto.

e. No utilizar una palabra porque nos parezca más culta que otra a no ser que tengamos certeza de

que nuestro uso es el correcto

f. No utilizar palabras ni expresiones coloquiales, pues podemos caer en el lenguaje inadecuado,

cuando no vulgar. Si se usa expresiones coloquiales, debe ser excepcionalmente, entre comillas y

con alguna función estilística, como la ironía, la exageración, reducción al absurdo, etc.

g. Evitar la presencia de la primera persona (en mi opinión, yo creo...). Está claro que lo que tú

firmas, es tu opinión.

h. Evitar la segunda persona: “si estudias mucho, tienes más posibilidades de aprobar”. Esta es una

forma de generalización muy coloquial.

i. Para la impersonalidad o la generalización culta, se usa la tercera persona singular y la

impersonal con “se”.

j. Darle la importancia que tienen, mucha, a las tildes.

k. Revisar la ortografía al final de la redacción.

l. Releer el texto escrito cada vez que vayamos a comenzar un párrafo.

m. Leer en voz alta el texto al final de la redacción.

¿CÓMO COMENZAR EL COMENTARIO CRÍTICO?

Un comentario crítico puede adoptar tantas formas como redactores hay, pero para el redactor que empieza lo mejor es dotarle de un modelo o estructura sobre la que vierta sus ideas propias. Pensemos que nuestro texto debe adoptar fundamentalmente la estructura de los textos argumentativos (no nos asustemos, estos son los textos más habituales en nuestros actos comunicativos cotidianos). Por tanto, debemos tener claro qué postura vamos a defender y con qué armas, digo, argumentos. Así pues, lo primero es saber qué queremos decir. Para ello, como dijimos, debemos partir de una lectura crítica y tras ella, tomar una decisión: ¿qué opinión nos merece el texto y qué queremos decir en nuestro comentario? Una vez decidido el destino, “a dónde queremos llegar”, debemos ir elaborando la ruta a seguir: el esquema. Piensa que la elaboración del esquema sirve no solo para ordenar el texto, sino también para que surjan nuevas ideas mientras se confecciona.

Proponemos la siguiente estructura para ordenar el comentario:

1. Introducción: presentación de nuestro objeto de estudio y creación de expectativas.

2. Desarrollo: elaboración de argumentos necesarios para comprender nuestra posición ante el texto

y el tema propuesto.

3. Conclusión: exposición de las ideas fundamentales que queremos defender.

(Opcional) Consecuencias: desde nuestras conclusiones, iremos más allá.

UNA APROXIMACIÓN A LA LITERATURA ORAL

Tema apasionante y hermoso que suelo compartir con mis alumnas, ya sea en forma de relatos que les cuento, que les hago leer o que les pido investigar. Hace poco unas chicas de 5to año B, del Colegio "San José" de Ica me señalaron la incongruencia de que nada de esto lo hubiera escrito en mi blog. Es más, como la información la necesitan para un examen, me pidieron que escribiera algo para luego ellas cotejarlo con otras investigaciones. Aquí va mi aporte que, como suelo decir, nunca es del todo original porque a esta alturas de mi vida me he nutrido de tantas lecturas y experiencias, que todo esto ha sido dicho mil veces. Tampoco es una mera copia, porque hay una reelaboración e intercalación de elementos. En fin, manos a la obra:

Función de la literatura oral

Desde la más remota antigüedad el ser humano ha ido guardando en su memoria aquellos relatos dignos de ser recordados y entregados a otros miembros de su tribu, puesto que en cada conglomerado humano había un orador, un relator de los hechos pasados, personas que haciendo uso de la palabra hablada y de la comunicación gestual, han transmitido las costumbres, conocimientos y creencias de sus respectivas sociedades, acopiando múltiples circunstancias y detalles de la vida social, religiosa, económica y política de sus pueblos.

Esta tradición oral surgió espontáneamente en todas las culturas, como uno de las más importantes necesidades de los seres humanos para satisfacer su curiosidad sobre todos aquellos fenómenos que le rodean. La Literatura oral siempre es un vehículo eficaz para afirmar la identidad puesto que proporciona cohesión social y cultural.
Como todo tipo de literatura es portadora de un estilo, de un sello muy particular en su práctica, y una de las características del arte de contar ha sido la inmensa variedad de estilos, los cuales han correspondido a las necesidades muy particulares de cada cultura y cada narrador en su momento histórico.

Características de la literatura oral

Las características más comunes de este tipo de relatos son:
- Pertenecen a un contexto cultural determinado.
- Es transmitida de generación en generación.
- Se ciñe a motivos y técnicas tradicionales.
- Suele ser anónima.
- Presenta variantes debidas a la multiplicidad de transmisores.
- Juega un papel central en el registro de la memoria colectiva.
- Se difunde en espacios públicos o en jornadas laborales y de fiesta familiar

El valor de los narradores

Al interior de las culturas indígenas de la América precolombina las narraciones o historias y aquellos especialistas que las transmitían, fueron considerados como una riqueza de gran importancia. En efecto, antiguamente en las comunidades mapuches, por ejemplo, según cuentan los crónistas, el cuitufe o hueupive, como le llaman al narrador, era tenido en alta estima pues se sabe que había poétas de oficio, los genpin, que recibían de los caciques por los romances que componían para sus fiestas, por cada uno, diez botijas de chicha y un carnero.
Para los indios Pemón (Venezuela) el que sabe cuentos o historias es llamado SAK y nunca se les hará pesado dar hospedaje y alimentación a estos narradores o cuenteros.

Para ser valorado como un digno portador de la palabra, es necesario ser un buen narrador que da vida a un cuento, contar bien una historia en cuanto a la estructuración de la anécdota, los recursos utilizados y con vivacidad, esto implica una preparación rigurosa, y en el caso de la tradición, los cuenteros la recibían de sus padres, o sus mayores como una continuación de la “la costumbre” como le llaman los pueblos mayas a la transmisión del viejo arte de contar de generación a generación.

Los Momentos de la narración

El canto poético, el cuento y la conversación florecen naturalmente y en forma cotidiana en las actividades agropecuarias, domésticas y/o religiosas de diversas comunidades originarias de América y África, ceremonias en las cuales los presentes se sientan en el suelo con las piernas cruzadas, agrupandose alrededor del relator, del cuentero, estos lugares donde la palabra y el gesto fluyen como agua viva, pueden ser tanto al aire libre como cerca de una casa, junto al fuego del hogar, al atardecer o a cualquier hora del día, normalmente acompañada con bebida y tabaco que se convida entre los asistentes.

Entre los mapuches, tanto de Chile como de Argentina, las “contadas” forman parte de la cultura viva, de la vida cotidiana. el relator de historias, habla de pie y muy fuerte, ya que es la creencia aceptada de que asi puede hacerlo mejor, mientras que entre los Pemón (Venezuela), los sabios y ancianos , lo hacen al compás de sus hamacas, en que se mecen.

Para algunos cuenteros de las culturas africanas, entre ellos los Dogón, la narración lleva consigo tal remedo de voces, de gestos, de posturas y de otros elementos declamatorios, que casi equivaldría a una representación teatral, una especie de monólogo, sin dejar de ser tradición oral.

Según los primeros crónistas de los hechos ocurridos en América, al referirse a los mitos y narraciones orales: “…dicen que esas cosas han sido transmitidas…en cantos desde tiempos inmemoriales, y que no es lícito enseñarselos más que a los hijos de los señores. Los aprenden de memoria, pues letras no han tenido jamás, y cantándoselos al pueblo en los días féstivos, los recitan como solemnidades sagradas. Tienen un solo instrumento de madera, cóncavo, resonante, que se percute a modo de un tambor”

Relación entre el narración y narrador

Es una relación muy afectiva podría decirse, como en una gran metáfora, que “el cuento con su seductiva belleza escoge al narrador para ser portador de él y el cuentero escoge al cuento para portarlo”. De ese modo surge la interdependencia, la necesidad del uno con respecto del otro.
Por otra parte, no debe olvidarse que las narraciones tienen sentido por sí mismas, existen en la conciencia y en la mente de la población, lo que les da vida propia, llevan al interior de sus entrañas algo que tienen para decir, todo un mundo de sensaciones; y una sensación, por muy pequeña y discreta que sea, tiene relación con la vida y el mundo, constituyéndose en sabiduría.
Siempre, en todo caso, La narración es viva y no pasajera, el narrador es vivo pero pasajero, efímero, juntos -narración y narrador- comunican y brindan convivencia e identidad.
Esto ocurre porque el narrador es un conquistador de su propia identidad cultural que se sirve del cuento como relator de esa identidad para retornar a las fuentes de sus orígenes.

Para algunas culturas de Amnérica la relación existente entre narración y narrador va más allá del hecho de contar, esta relación tiene implicaciones en la salud y armonía del universo.

Segén los Navajos de sur-oeste de Norteamérica, los cuentos mantienen la armonía del mundo. Sin los cuentos, el universo pierde su equilibrio. Si hay enfermos, los dichos de ciertos cuentos en particular pueden restablecer la salud, no solamente la del individuo víctima, sino también la salud de toda la comunidad.

En las comunidades del pueblo Ixil del norte de Guatemala, el Contador de los Días -persona portadora del conocimiento antiguo- realiza los ritos de las Ceremonias de Madrugada, a fin de devolver la salud a alguno de los miembros de la comunidad y durante la noche de ceremonia, narra historias y mitos de la tradición, para lograr el equilibrio entre el hombre enfermo y el Corazón del Cielo, como preámbulo al tratamiento médico.

Fórmulas de inicio

Los narradorees deben romper la rutina incorporando algunas fórmulas preestablecidas de inicio de la narración, como una manera de cambiar el mundo real por el fantástico que van a narrar. Las fórmulas más usuales (no las únicas) son:
“Érase una vez”, “Había una vez”, “Esta era una vez”, “En los tiempos de Mari Castaña”, “En los tiempos en que las culebran andaban paradas”, “Hace mucho tiempo”, “Érase que era”, “Cuando mi abuelo era joven”, etc.

El estilo

La narración y su estilo tiene mil formas. Pero en términos generales podemos afirmar que existen ciertos principios que de alguna manera u otra están presentes en un buen narrador de historias, sea éste miembro de la tradición o participe de ella en el movimiento de la actualización del cuento:

El narrador hacer suyo el mensaje que quiere hacer pasar a su público, y debe utilizar todos los recursos de su cuerpo y de su voz para expresarlo.

Hablar fuerte, y con oraciones cortas, intercalando a menudo en el texto, silencios, u otro sello personal, como el caso de los Mapuches, que intercalan el verbo PIAM, que opera como una señal de que los oyentes pueden aprovechar la interrupción e intervenir con interjecciones de animación.

En los diálogos, la voz se esfuerza de hacer vivir los personajes y de diferenciarlos. El estilo de la voz puede obedecer a los modelos simbólicos. Tiende a prevalecer la acción por sobre la descripción.

En algunas culturas cuando se hace hablar a uno de los animales relacionados con la muerte como puede ser en Guatemala el búho, por ejemplo, o entre los Dogón del Africa, la hiena, los narradores utilizan una voz nasal, porque la nasalización es considerada como evocación a la muerte, de igual manera puede encontrarse la simbolización de otros aspectos en la voz, de acuerdo al tono, timbre y ritmo.

O en su defecto, un gesto, puede acompañar un enunciado; la expresividad de un término sera subrayado, reforzado por una acción o una expresión de la cara, un gesto puede también reemplazar completamente una frase que se considera muy fuerte, muy terrible de pronunciar.

La gestualización esta ligada a las estructuras narrativas, se dice que el lenguaje corporal y gestual son los tambores de la palabra, los resonadores de la voz, quiere decir, un acompañamiento necesario, como el tambor y la pequeña flauta lo son a los voladores de Papantla en su rito al sol.

En los talleres de iniciación al arte de contar se puede observar que al principio, el participante hace demasiados gestos para una palabra que va muy rápido, o los gestos le faltan a la narración, poco a poco cuando el cuento de prepara, se establece un equilibrio entre los dos, la gestualidad y la palabra.

Libertad del narrador

Es necesario que el narrador sea enteramente libre en la búsqueda de un lenguaje propio del arte de contar para satisfacer así su necesidad de expresión.

Él tiene que hacer lo que desea, como quiera hacerlo, tratando de aportar a la renovación del cuento, no ponerse barreras.

Tomar elementos que le parezcan importantes de diversos lenguajes escénicos, verbales y no-verbales para establecer una comunicación directa con el péblico.

Utilizar la imagen del cuerpo en tanto lenguaje gestual, y su utilización en el espacio para crear universos, un cierto trabajo sobre el ritmo de las palabras y el o los compañeros y sobre todo la música, que proviene de los intrumentos musicales o la sonoridad armónica de la voz producida por las palabras o las onomatopeyas, evitando siempre una narración rígida, cuadrada, hacer de cada evento de narración una puesta en escena artística.
En las tradiciones escénicas de Oriente (China, Japón) se dice que el uso de pies es la base fundamental de la interpretación. Son los pies los que deciden la forma del cuerpo, su posición determina el tono y los matices de la voz.

El narrador tiene que contar las historias con sus pies, utilizar el espacio como un lugar réal o fícticio pero en todo caso como una hoja blanca sobre la cuál él dibuja pasos de actitudes, de rítmos como una danza efímera.

En algunos países como Francia, los narradores cada vez más hacen uso de la técnica, el sonido, las luces, elementos escenográficos, etc. Cuando el narrador está en la posibilidad de hacer uso de diversos lenguajes es bueno hacerlo, porque ellos sugieren cosas que la voz no dice.

En todas las civilizaciones el cuentero ha estado en el ápice del encuentro de muchas artes y los cuenteros o narradores de todos lo géneros se han preocupado de la forma y el ritmo. Ahora la técnica puede ser un compañero de juego con la palabra.

Los narradores son personas que comunican, que transmiten ideas, pensamientos, emociones y hay una diversidad de públicos a los cuales dirigirse, en cafés, parques, escuelas, hospitales, teatros, etc. con los cuales pueden usarse diversos lenguajes escénicos de acuerdo a las características particulares del espacio y del público.

Cuando el narrador y su cuento han llegado a la madurez, se lanzan por primera vez al público. Y el narrador ve nuevas imágenes, siente nuevas emociones y resiente las reacciones en el auditorio. Todos estos elementos tomados en cuenta le permite afinar o rectificar ciertos aspectos del cuento y asi la siguiente…(cada véz que será dicho en público, el cuento se pulirá un poco más,hasta que venga a ser brillante y liso como un joya..

Si en esta étapa, el cuento continúa causando emoción y placer al narrador (y al público, por supuesto), el cuentero no tendrá más la preocupación de la forma, puede dejarla libre al transcurso de su arte, ser enteramente abierto o darlo inmediatamente, que el cuento, puede integrarse con facilidad en su presentación, él puede resplandecer.

La fuerza de las historias y de la oralidad, es el hombre, y es con éste personaje con el que el narrador va. El hombre siempre ha contado historias, y por todos los medios, él siempre contará…

El narrador se interesa antes que todo, en el cuento, la oralidad y la comunicación con el péblico, y no con una forma que entra dentro de una categoría precisa, existen multitud de bésquedas que van en diferentes sentidos, no hay que querer que las cosas sean uniformes.

Fórmulas de Cierre

Cada relato popular presenta unas estructuras fijas de entrada y salida que enmarcan el momento casi mágico de la narración. Las fórmulas de inicio nos transportan al tiempo y lugar en que se sitúan los hechos que se contarán. En cambio, por razones obvias, las fórmulas de cierre intentarán ubicar al oyente en el momento actual. Las más comunes son:
“Pasó por un zapatito roto, para que mañana te cuente otro”
“El gallo cantó y mi cuento se acabó”
“Colorín colorado, este cuento se ha acabado”
“Y fueron felices para siempre”.
“Y si quieres asombrar a todos, no dejes de hablar por los codos”.
“Así fue como me lo dijeron y como me lo contaron, lo cuento”

Los Géneros más comunes de la Literatura Oral

Finalmente, cabe señalar, que los géneros más comunes de este tipo de relatos son:

En la lírica: poesía de juglares y trovadores (medieval), romance histórico, paya (folclore), poesía a lo humano y lo divino (folclore), formas lúdicas y festivas tradicionales (adivinanzas, trabalenguas, cantinelas, brindis, refranes, parabienes, villancicos).
En la Narrativa:Epopeya, cantares de gesta, cuento popular, relato fantástico, mitos, leyendas.
En el drama:teatro popular callejero, autosacramentales (Siglo de Oro).

prof. Miguel Donayre Benites

domingo, 22 de junio de 2008

¿Qué uso le dan los jóvenes a Internet?

¿Qué uso le dan los jóvenes a Internet?

Más que una tecnología, la web es un nuevo paradigma en la comunicación y la producción de conocimientos. Su incorporación a políticas culturales y educativas es una prioridad

Por María Teresa Quiroz

Internet despierta opiniones, actitudes y propuestas diversas. Abundan los temores frente a los riesgos a los que están expuestos los más jóvenes, como también las alternativas tecnológicas y comerciales que suponen que la educación se transforma automáticamente porque se instalan computadoras y se utiliza Internet en el proceso enseñanza-aprendizaje. Hay quienes sostienen que Internet llega solamente a los niños y adolescentes de las grandes ciudades y que el mundo rural está por fuera de estas tecnologías y que vivimos, por ende, una fractura digital.

Internet es hoy para los jóvenes una forma de comunicación, se utiliza como una extensión de su relación entre pares y con la finalidad de mantenerse informados, básicamente sobre todo aquello que es parte de su vida social y cotidiana. En el caso particular de la ciudad de Lima, las investigaciones muestran que los escolares utilizan Internet principalmente para entretenerse y secundariamente para aprender, a pesar del discurso de padres y maestros. Sin embargo, una reciente investigación del Instituto de Investigación Científica de la Universidad de Lima realizada en Chiclayo, Cusco e Iquitos concluye que el valor de la información para el aprendizaje en la escuela es mayor. Los jóvenes aprecian que Internet y los medios audiovisuales son una importante posibilidad de "conocer" sobre muchos aspectos que la escuela no les permite y le asignan un valor de complemento a la educación que reciben en el aula.

No resulta menos importante el lugar de Internet como espacio de encuentro con los amigos y de comunicación en general. En ese sentido, los jóvenes de las tres ciudades identifican a Internet como una tecnología de relación, de interacción, que guarda una continuidad con su amplia cultura audiovisual. Si bien la mayoría no tiene una computadora o una conexión a la red desde su hogar, se trata de un medio muy presente en el imaginario de los jóvenes y de sus familias. Se sienten satisfechos de poder acceder a la red y compartir estados de ánimo a distancia, expresar aquellos que cara a cara no pueden decir, jugar con sus identidades.

Hay diferencias destacables entre los adolescentes de primero y quinto de secundaria. Los primeros son consumidores de televisión; los segundos empiezan a reemplazarla por la radio e Internet. Los padres, especialmente los de colegios públicos, los siguen atentamente y controlan las actividades que realizan, se preocupan por los peligros de la ciudad y se muestran muy alertas frente a los riesgos de la tecnología. Para los padres de colegios privados, el Internet es necesario porque los vincula con lo moderno.

Los propios profesores están muy entusiasmados con Internet, aunque poco capacitados en su uso, y en aulas y colegios con equipamiento muy elemental, envían a sus estudiantes a realizar las tareas por Internet. Más de un 80% así lo revela en la investigación mencionada. ¿Cómo lo hacen, qué pautas utilizan, con qué finalidad? Es un tema que debe llamar a reflexión a padres, maestros y autoridades, porque el uso que se hace en la escuela es muy limitado. No hay una preparación y una planificación que aliente a los estudiantes y maestros a desarrollar un aprendizaje colaborador. Se puede usar la tecnología y tener Internet en el aula, pero conservarse el modelo tradicional de transmisión de información. El asunto es más profundo.

Se comete un grave error cuando se piensa que Internet es solamente una tecnología. Se trata de una forma de comunicación crecientemente central y que requiere incorporarse a las políticas culturales y educativas. Se hace indispensable enfrentar el viejo concepto de que el conocimiento o los conocimientos provienen solamente de la lectura y plantear la complementariedad entre imagen y lectura. Buena parte de los que nuestros niños y adolescentes saben hoy proviene de lo que ven y escuchan. Por ese motivo, frente a la abundancia informativa y de las imágenes, se hace necesario aprender a discernir, a discriminar la información y desarrollar políticas y prácticas interculturales en la escuela y el hogar que le permitan a nuestros niños y adolescentes integrar su pensar y su sentir, su razón y su emoción.

martes, 17 de junio de 2008







De acuerdo con una encuesta hecha por Apoyo entre los asistentes al CADE estudiantil – chicos del tercio superior de todas las universidades e institutos del Perú- organizado por IPAE, los jóvenes de nuestros institutos superiores usan Internet más de lo que leen periódicos y, en muchos casos, más de lo que ven TV –que ha experimentado una disminución como fuente de entretenimiento- y escuchan radio.

En efecto, casi el 50% de los encuestados se desplazan por la WWW todos los días, un número importante de ellos a través de esa peruanísima invención que son las cabinas públicas, otros en sus centros de estudio y un porcentaje cada vez más apreciable – mayor, como es esperable, los chicos de universidades privadas- desde sus casas.

Algunos padres pueden sentirse nerviosos ante estas cifras, ya que muchos de ellos ven en Internet un espacio lleno de trampas, tentaciones y peligros. Páginas llenas de sexo, lugares que incitan a la violencia o la muestran de la manera más cruda posible, reclutadores de incautos para sectas esotéricas y, por cierto, los interminables e imprevisibles encuentros a través del Chat, son algunos de los dolores de cabeza para quienes se preocupan con toda razón por la salud mental y la seguridad de sus hijos.

Pero hay datos que ponen las cosas en un contexto menos angustiante. En la misma encuesta, cuando se pregunta a los jóvenes para qué fines – podían mencionar varios- usan Internet, el 88% contestan que para buscar información, 73% para usar el correo electrónico, 63% para asuntos ligados con sus estudios, 48% para chatear, 24% para su trabajo –un 48% de los chicos asistentes al CADE trabajan y estudian- y 13% para entretenerse.

Son objetivos bastante aceptables y el peso que tiene cada uno de ellos puede tranquilizarnos: los chicos, por lo menos los estudiantes, usan el espacio cibernético para aprender, enterarse, comunicarse, obtener datos y divertirse. Es lo que podría esperarse de cualquier tecnología de información.

Ahora, claro, los peligros son reales y el asunto no es solamente advertir, prohibir, espiar, sino definir cada uno de esos peligros y ofrecer alternativas para evitarlos y enfrentarlos, exactamente como con el resto de amenazas que acechan en nuestras calles, colegios y – no lo olvidemos- hogares.

Pero igualmente importante, es que los padres aprendan los usos y trucos de Internet, sientan el enorme poder y placer que procura, puedan usar la WWW para hacer cosas junto con sus hijos, desde el árbol genealógico familiar, hasta un emocionante juego en línea, pasando por resolver algún enigma que ningún libro ha podido resolver. Es en esa convergencia donde lo positivo y negativo encontrará un balance razonable.




De acuerdo con una encuesta hecha por Apoyo entre los asistentes al CADE estudiantil – chicos del tercio superior de todas las universidades e institutos del Perú- organizado por IPAE, los jóvenes de nuestros institutos superiores usan Internet más de lo que leen periódicos y, en muchos casos, más de lo que ven TV –que ha experimentado una disminución como fuente de entretenimiento- y escuchan radio.

En efecto, casi el 50% de los encuestados se desplazan por la WWW todos los días, un número importante de ellos a través de esa peruanísima invención que son las cabinas públicas, otros en sus centros de estudio y un porcentaje cada vez más apreciable – mayor, como es esperable, los chicos de universidades privadas- desde sus casas.

Algunos padres pueden sentirse nerviosos ante estas cifras, ya que muchos de ellos ven en Internet un espacio lleno de trampas, tentaciones y peligros. Páginas llenas de sexo, lugares que incitan a la violencia o la muestran de la manera más cruda posible, reclutadores de incautos para sectas esotéricas y, por cierto, los interminables e imprevisibles encuentros a través del Chat, son algunos de los dolores de cabeza para quienes se preocupan con toda razón por la salud mental y la seguridad de sus hijos.

Pero hay datos que ponen las cosas en un contexto menos angustiante. En la misma encuesta, cuando se pregunta a los jóvenes para qué fines – podían mencionar varios- usan Internet, el 88% contestan que para buscar información, 73% para usar el correo electrónico, 63% para asuntos ligados con sus estudios, 48% para chatear, 24% para su trabajo –un 48% de los chicos asistentes al CADE trabajan y estudian- y 13% para entretenerse.

Son objetivos bastante aceptables y el peso que tiene cada uno de ellos puede tranquilizarnos: los chicos, por lo menos los estudiantes, usan el espacio cibernético para aprender, enterarse, comunicarse, obtener datos y divertirse. Es lo que podría esperarse de cualquier tecnología de información.

Ahora, claro, los peligros son reales y el asunto no es solamente advertir, prohibir, espiar, sino definir cada uno de esos peligros y ofrecer alternativas para evitarlos y enfrentarlos, exactamente como con el resto de amenazas que acechan en nuestras calles, colegios y – no lo olvidemos- hogares.

Pero igualmente importante, es que los padres aprendan los usos y trucos de Internet, sientan el enorme poder y placer que procura, puedan usar la WWW para hacer cosas junto con sus hijos, desde el árbol genealógico familiar, hasta un emocionante juego en línea, pasando por resolver algún enigma que ningún libro ha podido resolver. Es en esa convergencia donde lo positivo y negativo encontrará un balance razonable.

Los usos de Internet






De acuerdo con una encuesta hecha por Apoyo entre los asistentes al CADE estudiantil – chicos del tercio superior de todas las universidades e institutos del Perú- organizado por IPAE, los jóvenes de nuestros institutos superiores usan Internet más de lo que leen periódicos y, en muchos casos, más de lo que ven TV –que ha experimentado una disminución como fuente de entretenimiento- y escuchan radio.

En efecto, casi el 50% de los encuestados se desplazan por la WWW todos los días, un número importante de ellos a través de esa peruanísima invención que son las cabinas públicas, otros en sus centros de estudio y un porcentaje cada vez más apreciable – mayor, como es esperable, los chicos de universidades privadas- desde sus casas.

Algunos padres pueden sentirse nerviosos ante estas cifras, ya que muchos de ellos ven en Internet un espacio lleno de trampas, tentaciones y peligros. Páginas llenas de sexo, lugares que incitan a la violencia o la muestran de la manera más cruda posible, reclutadores de incautos para sectas esotéricas y, por cierto, los interminables e imprevisibles encuentros a través del Chat, son algunos de los dolores de cabeza para quienes se preocupan con toda razón por la salud mental y la seguridad de sus hijos.

Pero hay datos que ponen las cosas en un contexto menos angustiante. En la misma encuesta, cuando se pregunta a los jóvenes para qué fines – podían mencionar varios- usan Internet, el 88% contestan que para buscar información, 73% para usar el correo electrónico, 63% para asuntos ligados con sus estudios, 48% para chatear, 24% para su trabajo –un 48% de los chicos asistentes al CADE trabajan y estudian- y 13% para entretenerse.

Son objetivos bastante aceptables y el peso que tiene cada uno de ellos puede tranquilizarnos: los chicos, por lo menos los estudiantes, usan el espacio cibernético para aprender, enterarse, comunicarse, obtener datos y divertirse. Es lo que podría esperarse de cualquier tecnología de información.

Ahora, claro, los peligros son reales y el asunto no es solamente advertir, prohibir, espiar, sino definir cada uno de esos peligros y ofrecer alternativas para evitarlos y enfrentarlos, exactamente como con el resto de amenazas que acechan en nuestras calles, colegios y – no lo olvidemos- hogares.

Pero igualmente importante, es que los padres aprendan los usos y trucos de Internet, sientan el enorme poder y placer que procura, puedan usar la WWW para hacer cosas junto con sus hijos, desde el árbol genealógico familiar, hasta un emocionante juego en línea, pasando por resolver algún enigma que ningún libro ha podido resolver. Es en esa convergencia donde lo positivo y negativo encontrará un balance razonable.

¿Para qué sirve el colegio?



Más es menos. Nos quejamos cuando carecemos de alternativas, pero cuando éstas abundan, nos confundimos, angustiamos y… seguimos quejándonos. Antes, los padres de familia tenían claro en qué colegio pondrían a sus hijos: la tradición familiar, el nivel económico, las realidades de la geografía, mandaban. Hoy, la oferta en es casi ilimitada y se presenta en las versiones más variadas, para todos los bolsillos y para todos los gustos. También para todas las angustias que nos produce el futuro.

El marketing de las propuestas educativas está a la orden del día: colegios que preparan para la universidad –no comprendo lo que significa colegio universitario, pero me sigue sonando a sashimi frito-; otros que preparan para la vida, para la empleabilidad; o que promueven visiones alternativas de la educación. Y los padres, más confundidos que nunca en esta época de análisis de costo-beneficio.

¿Qué me dio el colegio? Es una pregunta que me hecho muchas veces y que he hecho a mis alumnos. Lo que dicen es muy simple: algunas habilidades básicas, como leer, escribir y las operaciones aritméticas – que no necesitan, en realidad, de la escuela-; buenos amigos y la experiencia de socializar; y, por último, algunos modelos, personajes ejemplares, digamos, de alguna manera mitológicos.

Es exactamente lo que yo recibí de mi colegio, lo que recuerdo, lo que me sigue sirviendo hasta ahora. Uno puede perder o alejarse de los amigos del colegio, pero nunca la experiencia de la amistad que se dio con ellos y que sigue calentando el corazón y sirviendo de referencia. Uno puede olvidar y, de hecho, posiblemente debe olvidar buena parte de los conocimientos adquiridos durante la vida escolar, pero nunca podrá enterrar la vivencia de aprender, el placer de descubrir, el poder de saber, la belleza de conocer. Uno puede dejar de tener presente a buena parte de sus profesores y poner en su verdadera dimensión a aquellos que recuerda, regresarlos a una proporción más humana, pero nunca dejará de recurrir a la experiencia de haber admirado, de haber querido ser como, de haberse sentido acompañado, escuchado y ayudado por alguien extraño al mismo tiempo que confiable.

Un colegio que ofrezca la posibilidad de esas tres cosas: amistades, aprendizajes y modelos, debe ser más que suficiente. Llevar a un potencial alumno a varios colegios, ver cómo se siente, cómo uno se siente con los profesores y padres, tener una compatibilidad razonable con el estilo y exigencias de la institución, es más importante que remitirse a futuros todavía lejanos y a metodologías que prometen inteligencia emocional, brillantez intelectual y valores a prueba de todas las corrupciones.

lunes, 16 de junio de 2008

¿Existe Dios?

¡Millones creen que Dios existe! Pocos tienen pruebas. ¿Ha probado usted que Dios existe? O ¿espera—sospecha—siente—cree—que El existe? ¿Puede su existencia ser científicamente comprobada? ¿Puede usted saber con certeza que una Mente totalmente inteligente creó el universo y toda la vida sobre la tierra—incluyéndolo a usted? ¿Deben las respuestas ser “aceptadas en fe”? ¡Vamos a enfrentarnos directamente con estas preguntas!

POR MIGUEL DONAYRE BENITES

La gente ha debatido la existencia de Dios por miles de años. La mayoría concluye que esto no puede ser probado—de una manera o de otra. Se conjetura que la respuesta correcta yace en el área de una filosofía abstracta y en la metafísica. Otros se vuelven agnósticos, diciendo que ellos “no saben” si existe Dios. Aquellos que aceptan la existencia de Dios, lo hacen a menudo pasivamente, meramente porque a ellos se les enseñó eso desde niños. A algunos no les importa. Tales personas probablemente no pueden ser movidas de su apatía.

Los ateos concluyen que Dios no existe. Esas personas representan una categoría especial que Dios describe como, “Dijo el necio en su corazón: No hay Dios” (Sal. 14:1). Esta escritura se repite en el Salmo 53:1. Este folleto explicará por qué Dios llama “necios” a los ateos.

Treinta y cinco años atrás. Yo aprendí de pruebas absolutas que Dios existe. Mi estudio duró 2 ½ años. Vine a darme cuenta que no tenía que aceptar su existencia “en fe”. Desde ese tiempo, la ciencia ha aprendido mucho más y el “caso” de la existencia de Dios se ha vuelto mucho más fuerte que en tiempo alguno de la historia. Este folleto presenta innumerables pruebas absolutas e inmutables de que Dios EXISTE. ¡Después de leerlo, usted nunca más dudará la respuesta a estas grandes preguntas! Algunas pruebas lo asombrarán. Otras lo inspirarán. Aun otras lo sorprenderán o aun lo excitarán. Todas ellas lo fascinarán con su simplicidad. Examinaremos primero algunas pruebas tradicionales y después consideraremos el material que descansa en el filo agudo del entendimiento científico, antes de retornar a pruebas establecidas. Usted aprenderá de la biología, astronomía, química y ,matemáticas.

¿Creación o Evolución?

Hay una pregunta totalmente importante que es inseparable de la pregunta de la existencia de Dios. La pregunta de si la vida en la tierra existe a causa de una suerte y azar ciego y mudo a través de la evolución, o a causa de una creación especial por un Ser Supremo, no puede ser evitada al estudiar la existencia de Dios.

¿Evolucionó toda la vida en la tierra a través de millones de años como los evolucionistas declaran—o un Dios Todopoderoso es el autor de la vida en la creación? La mayoría de las personas asumen que la evolución es verdad, tal como aquellos que creen en Dios asumen Su existencia. Yo también estudié esta cuestión—evolución vs. creación—profundamente durante el mismo período en que yo buscaba comprobar la existencia de Dios.

Yo aprendí que toma mucha más “fe” creer en el cliché intelectual y mito evolucionista de moda que creer en la existencia de Dios. En efecto, yo aprendí que la evolución está basada enteramente en fe, porque no se han encontrado pruebas o hechos para respaldarla!

Fe y Pruebas

La fe juega un papel en la vida de un Cristiano. Para cada persona que verdaderamente quiere buscar a Dios y aprender a complacerlo a El, note:

“Pero sin fe es imposible agradar á Dios; porque es menester que el que á Dios se allega, crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”. (Heb. 11:6). La fe es vital para un Cristiano. En efecto, sin fe, nadie puede complacer a Dios. Note, ese versículo dice que aquellos buscando a Dios “crea que le hay”. Una creencia profunda en Dios quien “galardona” a quienes “lo buscan”, se requieren PRUEBAS de su existencia. Después de que se han establecido las pruebas, entonces—y solo entonces—puede uno tener fe—confianza absoluta—de que lo que él hace está siendo registrado en la mente de Dios, para ser recordado cuando él reciba su recompensa. Si usted duda que Dios existe, porque las pruebas de esa existencia no han sido establecidas firmemente, entonces, bajo fuego, su fe se desvanecerá o desaparecerá.

¿Pero Cuál Dios?

El Apóstol Pablo escribió. “Porque aunque haya algunos que se llamen dioses, ó en el cielo, ó en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores), para nosotros, sin embargo, solo hay un Dios, el Padre, del cual son todas las cosas… PERO NO EN TODOS LOS HOMBRES HAY ESTE CONOCIMIENTO” (I Cor. 8:5-7).

Las religiones de éste mundo han creado muchos dioses de madera, piedra y otros materiales. Otros solo existen en las mentes de los hombres. Los antiguos griegos solamente, servían a 30,000 dioses y los modernos hindús ¡adoran a 5 millones de dioses! Verdaderamente, hay y siempre ha habido, “muchos dioses y muchos señores”. Pero el Dios de la Biblia creó todos los materiales que los hombres usan para diseñar sus propios dioses. Pero como dijo Pablo, “mas no en todos los hombres hay estE conocimiento”.

¡Tanta ignorancia y confusión innecesaria!

El Dios de la Biblia ha mostrado el camino a la paz, la felicidad y a la vida abundante para todas las personas dispuestas a estudiar Su Libro de Instrucciones. Haciendo esto libraría a la humanidad de la confusión y los males que abarcan a este mundo. Pero, no es nuestro propósito aquí demostrar que el Dios de la Biblia es el único y verdadero Dios de la creación. (Solicite nuestro folleto gratuito LA AUTORIDAD DE LA BIBLIA… ¿puede comprobarse?)

Lo que la Ciencia Nos Dice

Estemos dispuestos a examinar la ciencia. Cuando razonamos no suponemos o tenemos esperanza de algo. Los hechos indisputables permanecen. Veremos los hechos desde un amplio arreglo de diferentes tipos de ciencia. Los hechos demostrarán que un Ser Supremo y todopoderoso, de inteligencia infinita, suministra pruebas suficientes que remueven toda duda de que El existe.

La Biblia son las instrucciones de Dios para la humanidad. El espera que todos los que estamos dispuestos a leer la Biblia, “Examinadlo todo; retened lo bueno” (I Tes. 5:21). Seguramente éste Dios no esperaría que nosotros asumiésemos Su existencia, mientras nos instruye a ¡examinar todas las cosas desde Su Palabra!

Antes de comenzar éste estudio, recuerde, ¡las presunciones no cuentan! Ni las supersticiones, mitos o tradiciones basadas en la ignorancia! Solo acepte pruebas. ¿Qué se puede saber de la ciencia? Piense racional y claramente. ¡Después acepte lo que pueda ser comprobado!

El Reloj Más Perfecto

Usted tiene probablemente un reloj. Sin éste, usted estaría perdido en un mundo que demanda que la gente “esté a tiempo.”

Algunos relojes son más exactos que otros, ¿Cuán exacto es el suyo? ¿Cuánto tiempo hace que perdió un segundo? Cuando esto sucede, usted lo ajusta, haciendo el ajuste de una fuente más exacta. Esta fuente, cualquiera que sea, es también imperfecta y tiene que ser actualizada regularmente aunque no tan a menudo, para estar en acuerdo con el Reloj Maestro de los Estados Unidos en el Observatorio Naval en Washington, D.C.

Por muchos años, hasta 1967, los astrónomos del Observatorio Naval “observaban” el movimiento de la tierra en relación a los cielos, para medir el tiempo exactamente. Todos los relojes en éste país fueron puestos en relación a esas medidas muy precisas. ¡Fue Dios quien hizo éste Reloj Maestro del Universo! El puso los cielos en movimiento y la humanidad aprendió como usar esa asombrosa exactitud. Con lo maravilloso que es ese Gran Reloj, la historia no acaba allí.

En 1967, los científicos construyeron un “Reloj Atómico.” Ese reloj usa átomos de cesio 133 porque esos átomos oscilan (vibran) a una tasa de 9,192,631,770 veces por segundo. Esto produce una exactitud de ¡UN SEGUNDO CADA TREINTA MILLONES DE AÑOS! ¿No amaría usted un reloj con tal exactitud? Los átomos de cesio 133 nunca varían ni una sola vibración. Son estables—constantes—dignos de confianza—y no puede ser un accidente de la naturaleza que solamente “sucede” para que su exactitud siempre sea la misma. Dios tuvo que diseñar la complejidad y confiabilidad de esos átomos. Ninguna mente honesta puede creerlo de otra forma. Los hombres aprendieron simplemente a capturar lo que Dios diseñó, para usarlo en la medida del tiempo. Una vez más, la historia continúa.

¡Quienes dudan deben considerar esto! Los científicos en Boulder, Colorado, en el Instituto Nacional de Estándares y Tecnologías, han construido un reloj óptico que es mas preciso. ¿Como? Midiendo el tiempo con luz. El tiempo ahora es medido en lo que es un millón de billones de un segundo. Estos relojes usan lásers e iones de mercurio en sus “corazones” para contar la cantidad de veces que ellos vibran por segundo. Frecuencias ópticas oscilan un millón de veces por segundo. Usando lásers e iones de mercurio “frío”, los científicos han aparejado la precisión de Dios para medir mejor el tiempo. Los relojes ópticos solo pierden UN SEGUNDO CADA 30 BILLONES DE AÑOS. ¡Esto es 1,000 veces más exacto que los relojes atómicos!

Todos los relojeros humanos usan precisión extraordinaria en su trabajo. Los relojes de cuarzo miden el tiempo contando el número exacto de oscilaciones de cristales de cuarzo a través de un contador digital. Los relojes digitales usan las oscilaciones de cristales de cuarzo o líneas de poder (60 ciclos por segundo en los Estados Unidos), pero pueden también contar a través del uso de contadores digitales. Los relojes abuelo usan el balanceo de un péndulo, una vez cada segundo y son registrados por engranes de metal dentro del reloj para mantenerlo a tiempo.

Con el movimiento de los cielos, los hombres han aprendido a capturar la exactitud de los átomos de cesio 133 y el movimiento de iones de mercurio frío para contar el tiempo. Su número de oscilaciones por segundo nunca varía. ¿Podía ese orden perfecto ser el producto de un accidente?

En resumen, solo con gran cantidad de tiempo y esfuerzo, los relojeros más finos en el mundo, pueden a lo más, diseñar varios tipos de relojes relativamente imprecisos. ¿Podría una persona honesta, de mente sana creer entonces que los tres relojes más precisos—los cielos, los relojes atómicos y los relojes ópticos—surgieron por accidente? En otras palabras ¿estamos creyendo que mientras que los sofisticados relojes diseñados por humanos requieren el esfuerzo e ingenio de hombres inteligentes y habilidosos para crearlos, mientras que el reloj de aun más sofisticada precisión y diseño se desarrolló por sí mismo? ¡Completamente ridículo!

Usted ha visto la PRUEBA ABSOLUTA de que solo el “Relojero Más Grande” pudo haber diseñado ese “reloj más grande”.

La Primera Ley de la Termodinámica

¿Cuál es la verdad de la ciencia moderna respecto al origen de toda la materia en el universo? ¿Nos dicen los científicos que la materia siempre ha existido? O ¿han determinado ellos que hubo un momento en el tiempo cuando la materia vino a la existencia? La respuesta a la segunda pregunta es, ¡si! Pero ¿cuál es la prueba de que esto sea verdad?

La Primera Ley de la Termodinámica declara lo siguiente: La materia y la energía nunca pueden ser creadas o destruidas. No hay un proceso natural que pueda alterar ni la materia ni la energía. Esto significa que no hay nueva materia o energía viniendo a la existencia y no hay nueva materia o energía dejando de existir. Todos quienes declaran que el universo vino a la existencia de la nada, violan la primera ley de la termodinámica. La cual fue establecida por la misma comunidad científica que ahora parece estar dispuesta a ignorarla. En resumen, ésta ley demuestra claramente que el universo, y toda la materia y la energía dentro de él deben haber tenido un origen divino – o un momento específico en el cual fueron creados por alguien todopoderoso.

Con la llegada de la Era Atómica, comenzando con el descubrimiento del radio en 1898 por Madame Curie, llegó el conocimiento de que todos los elementos radioactivos continuamente perdiendo radiación. ¡Considérelo! El uranio tiene un peso atómico de 238.5. Cuando el uranio se descompone libera un átomo de helio tres veces. Cada átomo de helio tiene un peso de 4. Con su nuevo peso de 226.4, el uranio se convierte en radio. El radio continúa perdiendo átomos adicionales hasta que eventualmente el producto final se convierte en el elemento pesado e inerte llamado plomo. Esto toma una tremenda cantidad de tiempo. Mientras que el proceso para que el uranio se convierta en radio es muy largo, el radio se vuelve plomo en 1,590 años.

¿Qué estamos diciendo? Hubo un período en el tiempo en que el uranio pudo no haber existido, porque éste siempre se rompe de una manera altamente sistemática, de una manera controlada. El uranio no es estable como el plomo u otros elementos. El uranio se descompone. Esto significa que hubo un momento específico en el tiempo cuando todos los elementos radioactivos vinieron a la existencia. Recuerde, todos ellos—uranio, radio, torio, radón, plutonio, francio, protactinio y otros—no han existido por siempre. Esto representa una prueba absoluta de que la materia vino a la existencia o, en otras palabras, ¡no siempre ha existido la materia!

Esto vuela directamente en la cara del pensamiento evolucionista—que todo evolucionó gradualmente a algo diferente. Aquí está el problema. Usted no puede hacer que algo venga lentamente a la existencia ¡de la nada! La materia no pudo haber venido a la existencia por sí misma. Ninguna persona racional podría creer que el universo entero—incluyendo todos los elementos radioactivos que demuestran que hubo un tiempo especial de comienzo—¡gradualmente vinieron a la existencia POR SI MISMOS!

A través de su propio esfuerzo trate de construir—cualquier cosa—de la nada. Aun con su propio poder creativo inmiscuido en el esfuerzo, Usted nunca será capaz de hacerlo. ¡Usted no será capaz de producir una simple cosa de la nada! Entonces, ¿ puede alguien creer que todas las cosas en el universo entero, en la totalidad de sus exquisitos detalles, vino a la existencia completamente por sí mismo? Sea honesto. Acepte los hechos. ¡Esto es prueba de que la existencia de un reino natural demanda la existencia de un Gran Creador!

La Segunda Ley de la Termodinámica

La Segunda Ley de la Termodinámica está mejor resumida diciendo que todo se mueve hacia el desorden—o una condición conocida como entropía. Esto lleva algunas explicaciones y consideraremos varios ejemplos.

Recuerde que los evolucionistas enseñan que todas las cosas están evolucionando constantemente a un orden más alto y más complejo. En otras palabras ellos creen que las cosas continúan mejorando cada vez en vez de ir empeorando.

Si el agua comienza a calentarse en una estufa a 150 grados Fahrenheit, y la hornilla es apagada, la temperatura bajará en lugar de subir. Se hará más fría en vez de hacerse más caliente. Si una pelota es colocada sobre una colina, siempre rodará hacia abajo y no hacia arriba. La energía usada para ejecutar cualquier tarea en particular cambia de energía utilizable a energía inutilizable en la ejecución de esa tarea. Siempre pasará de un nivel más alto de energía a un nivel más bajo— en donde cada vez menos energía está disponible para usarse.

Cuando se aplica al universo, la segunda ley de la termodinámica indica que el universo se está en cuesta abajo—moviéndose hacia el desorden o a la entropía—no en marcha hacia arriba, moviéndose hacia un orden más perfecto o una estructura más perfecta. En corto, ¡el universo entero se dirige EN CUESTA ABAJO!

Aun los evolucionistas admiten que la teoría de la evolución y la segunda ley de la termodinámica son completamente incompatibles una con otra.

Considere: “Con respecto a la segunda ley de la termodinámica (ley científica universalmente aceptada, la cual declara que todas las cosas dejadas a sí mismas tienden a pararse) o la ley de la entropía, es observada, ‘difícilmente sería posible concebir de los dos principios más completamente opuestos que éste principio de la entropía incrementa el principio de la evolución. Cada uno es precisamente lo opuesto del otro. Como (Aldous) Huxley, lo definió, la evolución involucra un incremento continuo de orden, de organización, de tamaño, de complejidad. Parece axiomático que ambas no pueden ser verdad. Pero no hay pregunta, la que sea, que afirme que la segunda ley de la termodinámica es verdad’” (Morris. Henry M. El Crepúsculo de la Evolución, Grand Rapids: Baker Book House, 1967, p. 35).

Como un yo-yo, desde arriba al universo “le ha sido dada cuerda”. Debido a que el universo está constantemente enrollándose hacia abajo, la segunda ley de la termodinámica surge delante de nosotros en la forma de una gran pregunta: ¿Quién le dio cuerda? La única respuesta posible ¡es Dios!

La Gran Prueba de la Creación

Hemos establecido que la creación demanda un Creador. Los siguientes párrafos introducen algunas asombrosas pruebas científicas de la creación.

La teoría de la evolución es corta, llena de inconsistencias. Los evolucionistas han echado mano de muchas teorías, dentro de la teoría total de la evolución, en un intento de explicar el origen de las plantas, los animales, los cielos y la tierra.

Una y otra vez, esos “teóricos” tratan de explicar como evolucionó la vida a partir de la materia inanimada a formas de vida más complejas, hasta que alcanzó el pináculo—los seres humanos.

Pero, como escribió un geólogo, “Debe ser significativo que casi todas las historias evolucionistas que yo aprendí como estudiante… han sido desenmascaradas” (Dr. Derek V. Ager, Departamento de Geología del Colegio Imperial, Londres, La Naturaleza del Registro de los Fósiles, Procedimientos de la Asociación Geológica., Vol.. 87, 1976. pp. 1132-1133).

Quizás la razón más grande por la que muchas teorías dentro de la teoría total de la evolución se han colapsado es porque contienen lógica terrible que requiere grandes saltos en la fe para creerla. He aquí un ejemplo de una teoría “desenmascarada”.

“Muchos evolucionistas han tratado de argumentar que los humanos son 99% químicamente similares a los monos y las pruebas de precipitación sanguínea indican que el chimpancé es el pariente más cercano de la gente. Pero referente a esto, debemos observar lo siguiente: ‘La química de la leche indica que el burro es el pariente más cercano del hombre.’ ‘Las pruebas del nivel del colesterol indican que la serpiente es el pariente más cercano del hombre.’ ‘La química de las enzimas de las lágrimas indican que el pollo es el pariente más próximo del hombre.’ ‘Sobre la base de otro tipo de prueba química de la sangre, el fríjol mantequilla es el pariente más cercano del hombre’” (Morris. Henry M. El Crepúsculo de la Evolución, Grand Rapids: Baker Book House, 1967).

La Complejidad de la Vida

Todo mundo ha sido testigo de explosiones ¿Ha visto usted una explosión ordenada? ¿O una explosión que haya creado un reloj? ¿O una que haya producido una sola cosa de diseño exquisito—en vez de un cierto resultado de caos y destrucción? Si usted arroja un millón de granadas de mano ¡usted podrá ver que producen caos y destrucción millones de veces! Nunca habría una excepción.

Considere las citas siguientes que involucran la posibilidad de una explosión creando el reino entero natural de la vida alrededor nuestro en la tierra.

El Dr. B. G. Ranganathan dice: “…la probabilidad de que la vida se originase por accidente es comparable a un diccionario completo que se hubiese creado como resultado de la explosión de una imprenta” (¿Orígenes?, p. 15). Y esto solo habla de la posibilidad de cualquier tipo de vida y no las formas más complejas tales como grandes animales o seres humanos —solamente de todos los diferentes tipos de vida que hoy existen.

Otro científico, Sir Fred Hoyle, un astrónomo inglés y profesor de astronomía en la Universidad de Cambridge, declaró, “La posibilidad de que altas formas de vida hayan emergido de esa manera es comparable con la posibilidad de que un tornado pasando a través de un deposito de chatarra pudiese ensamblar un Boeing 747 de todos los materiales existentes en el patio” (Naturaleza, Vol. 294, 12 Nov. 1981. “Hoyle sobre la Evolución p. 105).

Células Increíbles y “Complejidad Irreductible”

Considere la ratonera común. Todos están familiarizados con ella y la mayoría han usado una. ¿Cuál parte de la ratonera podría usted remover y que la ratonera siguiera trabajando? La respuesta es—¡ninguna! Tan ingeniosa como es la ratonera, es un mecanismo muy simple. Pero debido a que la ratonera no puede ser hecha más simple, representa una condición llamada “complejidad irreductible.” Ciertos organismos vivientes tampoco pueden simplificarse mas o ser reducidos en complejidad y sobrevivir. La eliminación de cualquier parte por simple que sea, ocasiona que el sistema deje de funcionar. Los sistemas complejos irreductibles no pueden ser producidos de manera gradual, haciendo ligeras modificaciones sucesivas de una condición menos complicada precondición. Ellos deben existir exactamente como son—completos—o ellos ¡no pueden existir! Quite cualquier parte de ellos y cesarán de funcionar y por lo tanto cesarán de vivir ¿Cuál es el significado de esto?

Charles Darwin, en su famosa obra, El Origen de las Especies, formuló un gran problema que él y todos los otros evolucionistas enfrentaron: “Si pudiera ser demostrado que cualquier órgano complejo existió, el cual no hubiera sido posible que se hubiese formado por modificaciones ligeras sucesivas, mi teoría se quebraría absolutamente” (énfasis mío).

La naturaleza contiene muchos sistemas bioquímicos diferentes que no pueden ser reducidos en complejidad. Se les llama “máquinas moleculares” y, como una máquina de gasolina de cuatro tiempos no pueden ser simplificados y aun funcionar.

He aquí una cita asombrosa acerca de un organismo increíble. Este ilustra el principio que estamos discutiendo. Usted necesitará leerlo dos o tres veces para apreciar su impacto. Su longitud es necesaria para ilustrar la complejidad de solamente una máquina molecular. La cita es del artículo Máquinas Moleculares por Michael J. Behe y el énfasis es mío.

“Anteriormente discutimos las proteínas. En muchas estructuras biológicas las proteínas simplemente son componentes de grandes máquinas moleculares. Como los tubos, alambres, pernos metálicos y tuercas que componen una televisión, muchas proteínas son parte de estructuras que solo funcionan cuando virtualmente todos los componentes han sido ensamblados. Un buen ejemplo de esto es un cilio. Los cilios son como cabellos en la superficie de muchos animales y células de plantas inferiores que sirven para mover fluidos a través de la superficie de las células o para que “avancen” las células a través de un fluido. En los seres humanos, por ejemplo, las células epiteliales que recubren el tracto respiratorio, cada una tiene 200 cilios que se mueven en sincronía para expulsar el moco hacia la garganta para ser eliminado. Un cilio consiste de un manojo de fibras llamado axonema. Un axonema contiene un anillo de 9 micro tubos que rodean dos micro tubos centrales. Cada uno de esos dos micro tubos consiste en un anillo de 13 filamentos (sub fibras A) fusionado a un ensamble de 10 filamentos (sub fibras B). Los filamentos de los micros tubos están compuestos de dos proteínas llamadas alfa y beta tubulina. Los 11 micro tubos que forman un axonema están unidos por tres tipos de conectores: las sub fibras A están unidas a los micro tubos centrales por rayos radiales adyacentes, los 2 micro tubos están unidos por conectores que consisten de una proteína altamente elástica llamada nexina; y los micro tubos centrales están unidos por un puente que los conecta. Finalmente cada sub fibra A lleva dos brazos, un brazo interior y un brazo exterior, ambos conteniendo la proteína dyneina.

“Pero ¿cómo trabaja un cilio? Los experimentos han indicado que el movimiento de los cilios resulta del “caminar” de los brazos de dyneina movidos químicamente sobre un micro tubo sobre la vecina sub fibra B de un segundo micro tubo para que los dos micro tubos se deslicen pasando el otro. No obstante las ligas de proteínas cruzadas entre los micro tubos en un cilio intacto evitan que los micro tubos vecinos se deslicen por más de una corta distancia. Esas ligas cruzadas… convierten el movimiento inducido por la dyneina en un movimiento curvo del axonema entero.

“Ahora, revisemos el trabajo del cilio y considere lo que eso implica. Los cilios están compuestos de al menos media docena de proteínas: alfa tubulina, beta tubulina, dyneina, nexina, proteína rayo y un puente central de proteínas. Esas proteínas combinadas ejecutan una tarea, el movimiento del cilio y todas esas proteínas deben de estar presentes para que el cilio funcione. Si los micro tubos están ausentes, entonces no hay filamentos para deslizarse; si la dyneina no existe, entonces el cilio permanece rígido y sin movimiento; si la nexina o las otras proteínas conectores no están presentes, entonces la axonema cae cuando los filamentos se deslizan.

“Lo que vemos en el cilio, no solo es de profunda complejidad, sino también de complejidad irreductible a escala molecular”. ¡Usted ve el punto!

Esto fue terriblemente complicado. En una manera ¡éste es el punto! Los organismos son todos complicados—algunos de manera maravillosa. Y ellos no pueden ser reducidos, disminuidos o simplificados en su complejidad. Ellos tuvieron que llegar a ser exactamente como son, porque nunca habrían llegado a su presente condición gradualmente.

¡Debemos tener reverencia de un Dios lo suficientemente grandioso que fue capaz de diseñar y crear el cilio!

Aminoácido, Proteínas y DNA

Hagamos un viaje para profundizar dentro de las células de todos los organismos vivos. Esto será un viaje diferente a lo que antes haya hecho.

Inmediatamente, vemos un mundo con tales detalles exquisitos, diseño, complejidad, interdependencia y especificidad que aturden la mente. Pintemos un cuadro.

Los aminoácidos deben estar ligados unos con otros para formar una cadena y así hacer una proteína. Note: “Los aminoácidos forman proteínas funcionando solo cuando ellas adoptan arreglos secuenciales muy específicos… como las letras puestas en secuencia apropiada dentro de una oración en español, Así, los aminoácidos solos no hacen proteínas tal como las letras solas no hacen… poesía. En ambos casos la secuencia de las partes constituyentes determina la función [o falta de función] del todo. La explicación del origen de la secuencia específica de proteínas (y del DNA) yace en el corazón de la crisis actual en el pensamiento materialista evolucionista” (Stephen C. Meyer, DNA y Otros Diseños, p. 9—énfasis mío).

Una breve discusión de proteínas y secuencia es necesaria. Las proteínas deben aparecer en secuencias exactas para causar reacciones químicas específicas o construir estructuras específicas dentro de las células. Esta acción es llamada especificidad. Es a causa de la especificidad que las proteínas no pueden sustituirse unas por otras. Las proteínas son tan diferentes en propósito como un hacha, un taladro y un desarmador.

Esta cita extensiva resume la enorme dificultad de creer que el DNA sucedió al azar: “La complejidad y la problemática de la molécula del DNA—combinada con la asombrosa cantidad de información químicamente codificada que contiene—hablando infaliblemente por el hecho de que esta ‘supermolécula’ simplemente , no pudo haber sucedido al azar. Como Andrews ha observado.

“No es posible para un código, de cualquier tipo, surgir por casualidad o accidente… Un código es el trabajo de una mente inteligente. Aun el perro o chimpancé más listo no pudo haber trabajado en un código de ese tipo. Es obvio que por casualidad tampoco lo hizo… Esto no podría ser la obra de la casualidad o accidente que pudiese hacer que la ‘Sonata de Luz de Luna’ ¡fuese tocada por un ratón corriendo de arriba a abajo sobre el teclado de mi piano! Los códigos no surgen del caos”. (Andrews, E.H., 1978, De la Nada a la Naturaleza, pp. 28-29).

He aquí una segunda cita: “Verdaderamente, los códigos no surgen del caos. Como Dawkins correctamente advirtió: ‘La cosa más estadísticamente improbable es lo menos que podemos creer que sucedería por casualidad ciega. Superficialmente, la alternativa obvia casualidad es un Diseñador inteligente’ (1982, p. 130, énfasis añadido). Este es el punto exacto que el teísta está haciendo: un Diseñador inteligente es demandado por su evidencia” (Bert Thompson, Ph. D.; El Caso Por La Existencia de Dios [Parte II]).

El Dr. Carl Sagan escribió en un artículo para la Enciclopedia Británica acerca del DNA. El dijo, “La información contenida en una simple célula ha sido estimada en alrededor de (un trillón) de fragmentos.” El viene entonces a explicar la enormidad de éste número declarando, “…que si uno pudiese contar cada letra de cada palabra de cada libro en la biblioteca más grande del mundo (más de diez millones de volúmenes), la cuenta final, sería aproximadamente un trillón de letras. Así, una simple célula, contiene el contenido equivalente de información… de más de diez millones de volúmenes” (“Vida en la Tierra”, Vol. 10).

En conclusión, referente al DNA, nada trabaja a menos que TODO trabaje al mismo tiempo. El DNA no pudo haber venido a la existencia gradualmente. ¡Se requirió una creación especial para que el DNA exista!

“Pequeñas Máquinas” Dentro de las Células

Necesitamos echar un vistazo a un ejemplo más de máquinas moleculares para apreciar mejor la complejidad de las células.

Científicos Japoneses y Alemanes han descubierto ahora la más pequeña de las máquinas de la naturaleza, llamado “pequeño motor.” Considere ésta avanzada investigación sobre esas pequeñas máquinas admirables. Conforme usted lea esta cita, pregúntese de donde vinieron esas pequeñas máquinas: “Un grupo de científicos Japoneses explorando la estructura de cristal de las enzimas F1-ATP descubrieron la propia máquina giratoria de la naturaleza—no más grande que diez billonésimas por diez billonésimas por ocho billonésimas de un metro. El pequeño motor incluye el equivalente a una máquina de blocks, un volante y tres pistones. Esta máquina corre a una velocidad entre 0.5 y 4.0 revoluciones por segundo. Este motor no solo está catalogado como el más pequeño jamás visto, también representa el motor más pequeño que las leyes de la física y la química permitirían.

“En Alemania, un equipo de investigadores uso los nuevos instrumentos para examinar una enorme molécula, la levadura 26S proteasoma. Aunque no es la más grande molécula que existe, la levadura 26S proteasoma contiene más de dos millones de protones y neutrones y es la molécula no simétrica más grande cartografiada a la fecha. Esta molécula solo puede ser descrita como una ‘maravilla’. Sirve como un dispositivo intracelular de recolección de basura y sistema de reciclaje” (Hugh Ross, Ph. D.; Evidencia de Pequeña Escala de un Diseño a Gran Escala).

Esos organismos no pudieron haber evolucionado gradualmente. No es de maravillarse que Dios dice de quienes no creen en Su existencia, “El tonto dice… No hay Dios”.

La Vida Requiere un DADOR DE VIDA

¿Qué acerca de la presencia de toda la vida en la tierra hoy? ¿De dónde vino? ¿Cómo está aquí? La Biblia declara que Dios creó toda la vida durante los primeros seis días de la semana de la creación de Génesis 1. ¿Es esto verdad, o la vida vino a la existencia por sí misma?

Como con el Uranio 238, y su momento probable de comienzo, el gran patrón de la vida es que ésta solo puede venir de otra vida preexistente. Esa es la Ley de la Biogénesis. Todos los estudiantes del primer año de biología la conocen.

Cuando examinamos diminutos organismos, como protozoarios y bacterias, se puede comprobar que la vida solo viene de la vida. Hay muchos tipos de vida, pero cada una continúa reproduciéndose en el mismo género una y otra vez. Esto es indisputable.

La vida nunca puede venir de objetos inanimados (no vivientes). Los evolucionistas teorizan que los objetos inanimados, bajo ciertas condiciones desconocidas en el brumoso pasado, de alguna manera, espontáneamente dieron nacimiento a formas de vida muy primitivas. Esto presenta un enorme problema para cualquiera familiarizado con la naturaleza y la complejidad de simples células.

Los biólogos entienden que todas las células solo pueden venir de células preexistentes. He aquí el por qué. Las células, en su forma más simple y rudimentaria son extremadamente complejas. Considere: “El organismo más simple capaz de vida independiente, la célula bacteriana prokargote, es una pieza maestra de complejidad en miniatura la cual hace que una nave espacial parezca de baja tecnología” (Darwin a Prueba, Philip Jonson, p. 102). La cita siguiente es igualmente poderosa en explicar tanto la complejidad de la célula como su origen: “La célula necesita todas sus partes básicas con sus variadas funciones, para sobrevivir: por lo tanto, si la célula hubiese evolucionado, significaría que billones de partes habrían venido a la existencia al mismo tiempo, en el mismo lugar, y después simultáneamente juntarse en el orden preciso” (¿Orígenes?, Ranganathan, B.G., p. 15).

¿Ignorarán los escépticos la verdad de que es imposible tener vida sin un DADOR DE LA VIDA? Solo Dios tiene vida inherente en Sí mismo. Esto es, después de todo, lo que lo hace Dios. Nadie creó a Dios, porque El tiene Vida inherente en Sí mismo. Pero ¿es éste Dios simplemente algún tipo de poder ciego, algún tipo de “primera fuerza” muda? Razonemos juntos.

La Extraordinaria Mente Humana

¡Deténgase y piense! Considere todas las obras de la naturaleza en torno suyo—tanto en la tierra como en los cielos.

Primero, considere los planetas, estrellas y galaxias. Cada una es en sí misma maravillosa. Segundo, considere todas las especies de plantas que existen hoy sobre la tierra. Son millones, diversas en color, forma, belleza, en longitud de vida, etc. Yo he pasado mucho de mi vida estudiando y sembrando muchos géneros de plantas. ¡La brillantez de sus variados diseños y propósitos nunca cesa de maravillarme! Yo estoy más fascinado con esas plantas vivientes que con las estrellas y otros objetos que existen en los cielos.

Una nota colateral debe de considerarse en éste punto. La totalidad de los alimentos que existen en la tierra hoy están perfectamente diseñados ya sea para consumo animal o humano. Están construidos para que contengan justamente las cantidades correctas de los diferentes elementos necesarios para sustentar varias formas de vida. Cada vez que el hombre trata de alterar o mejorar los alimentos, parece que los contamina, arruina, desvitaliza, inyecta veneno, o de alguna manera reduce su perfección a algo inferior de lo que antes era. Si la humanidad pudiera solamente dejar los alimentos solos, y comérselos como Dios los creó, las enfermedades y toda forma de desnutrición y enfermedades humanas desaparecerían.

La germinación, crecimiento, desarrollo y maduración de las plantas hacia todo tipo de alimentos, disponibles para los seres humanos, representa su propia serie de milagros muy complejo para relatarlos aquí. Esto dominaría un folleto más allá de un punto de vista superficial.

¡Pero piense! ¿Quién es más inteligente, Dios—quien hizo los alimentos perfectos, o los hombres—quienes encuentran toda manera posible de alterar y degradarlos antes de consumirlos? Tómese el tiempo para considerar esta pregunta.

Tercero, considere el casi un millón de diferentes tipos de criaturas (mas los varios millones estimados de géneros adicionales de insectos). Porque esas criaturas son animadas, ellas son aun más maravillosas y fascinantes que el mundo de las plantas. Su diversidad en color, forma, tamaño, belleza, longitud de vida, etc. Es comparable a las plantas.

¿Cuál es el punto? Tan fascinantes, maravillosas, hermosas y asombrosas son todas las cosas descritas aquí, seguramente nada es tan asombroso como la MENTE HUMANA. Esta es absolutamente el pináculo de todos los organismos vivientes. Nadie puede dudar esto.

Los Límites de Su Poder Creativo

Piense ahora acerca de lo que la humanidad ha sido capaz de producir. La humanidad puede construir casas, teléfonos, trenes, automóviles, aviones, cohetes, computadoras, máquinas de fax y otros dispositivos sofisticados que son prácticamente sin límites en cuanto a complejidad y utilidad.

No obstante, todo este genio creativo tiene un límite simple. Ningún hombre, o grupo de hombres, usted y yo incluidos, puede crear algo tan maravilloso como la mente humana. Todas las cosas que el hombre crea son inferiores a su propia mente. Trate de pensar en una cosa que haya sido creada por los hombres que sea superior a la mente que la creo. Usted no encontrará algo así.

Aquí está la pregunta: ¿Quién o qué creó su mente—y a usted? El rey David dijo, “…Estoy maravillado, Y mi alma lo conoce mucho” (Salmo 139:14). Seguramente esto es verdad acerca del cerebro humano. Sea honesto con usted mismo. ¿Puede usted creer que algún tipo de fuerza ciega y muda—de menor inteligencia que usted—creó su mente? Recuerde que usted no puede crear nada superior a su mente. Solo una mente más grande pudo crear su mente.

¿No se insulte a usted mismo sugiriendo que su extraordinario poder creativo de inteligencia, razonamiento, lógica, pensamientos, volición e ingenuidad son el producto de la pura suerte?

Un Gran Paso Más Allá

¡Considere lo que hemos discutido acerca del universo y su contenido—incluyendo estrellas, planetas, galaxias, plantas, animales, humanos y la mente humana!

Asuma por un momento que usted tiene el poder para crear cualquier cosa que usted desee. ¿Piensa usted que podría haber creado esto con más belleza, majestad, diseño, tamaño, precisión de ingeniería y magnificencia de usted mismo, sin ayuda de una sola persona adicional? Recuerde, usted no tendría un patrón para copiar. Usted sería “de usted mismo.”

¿Sería usted capaz de diseñar aproximadamente un trillón de galaxias, cada una conteniendo un promedio de 100 billones de estrellas—sin patrón alguno para copiar, cómo lo haría? ¿Pensaría usted en crear la luz y hacer que ésta viajase a 300,000 kilómetros por segundo? ¿Podría usted hacer que el sonido se moviese a 1,060 kilómetros por hora? ¿Podría usted crear cada tipo de átomo conocido por la ciencia e incluir cada partícula sub atómica dentro de ellos? ¿Pensaría usted entonces en que tiene la habilidad para intercalar varios átomos en moléculas complejas capaces de servir a un gran número de propósitos de indescriptible complejidad?

¿Pensaría que usted mismo es capaz de diseñar millones de plantas—muchas de las cuales son absolutamente interdependientes una de otra? ¿Se daría entonces a la tarea de diseñar sin un solo patrón que seguir, varios millones de animales e insectos, los cuales no solo son perfectamente interdependientes unos con otros, pero también interdependientes con, y dependientes del mundo entero de las plantas? ¿Podría usted entonces poner todo el alimento, tanto para plantas y animales en su lugar, para que ellos pudiesen ser perfectamente sustentados a través de cualquier tiempo que usted les haya asignado de existencia? Yo podría seguir así y así, pero usted capta el punto.

Ahora, ¡sea cuidadoso! Tal como usted no quiere insultarse a sí mismo creyendo que su mente es el producto de la pura suerte, asegúrese de que usted no insulta a Dios sugiriendo que todo el universo y su contenido podrían haber venido a la existencia—¡enteramente por ellos mimos! Si hay ateos ignorantes y tontos dispuestos a creer que todo esto ocurrió por sí mismo, entonces la gente honesta e inteligente nunca creería tal bobería, ¡simplemente porque hombres ignorantes lo afirman!

A través de la razón y pura claridad de lógica, tenemos ahora pruebas absolutas de que solo un Gran Ser de Inteligencia Superior pudo ser el Diseñador y el Arquitecto del universo entero y de toda la vida compleja dentro de élla—¡incluyendo el pináculo de Su creación, su mente humana!

La Brecha en el Registro de los Fósiles

Los evolucionistas antes hacian referencia mas a menudo acerca del “registro de los fósiles.” ¿Existe tal evidencia? ¿Los huesos y artefactos de millones de años atrás dicen una historia—ofrecen pruebas convincentes—de que el hombre evolucionó de organismos simples? ¿Cuál es la verdad del registro científico? Recuerde que queremos hechos—pruebas—¡no teorías de las que se requiere fe para creer en ellas!

Esta cita del Dr. Colin Patterson, Alto Paleotólogo en el Museo Británico de Historia Natural en Londres, en una carta a L. Sunderland, resume el “problema de los fósiles”: “…Yo estoy totalmente de acuerdo con sus comentarios acerca de la falta de ilustraciones directas de transiciones evolucionistas en mi libro. Si yo supiese de algún fósil u organismo viviente, yo ciertamente lo habría allí incluido… No obstante Gould y las personas del Museo Americano son duras de contradecir cuando ellos dicen que no hay fósiles de transición… Lo pondré sobre la línea—no hay un solo fósil para el cual uno pudiese hacer un argumento convincente.”

Algunos Fósiles

En los 1920s, un diente fue encontrado al Occidente de Nebraska en la cantera de Snake Creek. Los científicos fueron más allá dando este diente como prueba de que la evolución había ocurrido y pretendieron que era el “eslabón perdido”. Debido al lugar donde fue descubierto y su semejanza aparentemente humana, fue llamado el “Hombre de Nebraska”.

Mucho “que hacer” se hizo de ese descubrimiento. Fueron grandes noticias. Los evolucionistas se regocijaron. Pero una cosa chistosa sucedió en el camino a la teoría de la evolución. Cinco años después, alguien decidió preguntarle a un granjero su opinión acerca del diente. ¡Su respuesta fue identificarlo como un diente de un “puerco”! Mas excavaciones en el sitio del “hallazgo” demostraron que el resto del esqueleto representaba verdaderamente el de algún tipo de pecarí (puerco).

A menudo los huesos, o aun fragmentos de huesos (y algunos de esos han sido determinados como engaños) han hecho que los evolucionistas afirmen que “eslabones” importantes del registro de los fósiles se han encontrado. Porque alguien encontró una pieza de hueso, artistas sofisticados crean formas y las presentan con nombres asignados y las ofrecen como una prueba visual y convincente de que ocurrió la evolución.

El “Hombre de Orce” estuvo basado en la parte superior del cráneo de un burro. El “Hombre Ramapitecus” era simplemente una calavera de un cuadrumano. El “Hombre de Piltdown” fue una mentira inventada y el “Hombre de Neandertal” se determinó que era algo con patas simplemente porque tenía raquitismo. Este ciertamente no fue una prueba del registro de fósiles de una criatura en transición, medio simio y medio hombre.

Hay una desesperación en el pensamiento y acciones de muchos científicos evolucionistas. Las citas siguientes demuestran su estrategia:

“Una parte de un hueso de unos cinco millones de antigüedad que se pensaba que era la clavícula de una criatura semejante a los humanos, es en la actualidad parte de la costilla de un delfín… El problema con muchos antropólogos es que ellos quieren encontrar un homínido [humano] que cualquier fragmento de hueso se convierte en un hueso de un homínido” (Dr. Tim White, antropólogo, Univ. de California en Berkeley, Nuevo Investigador, 28 de abril de 1983, p. 199). “En efecto, la evolución se convierte en una especie de religión científica; casi todos los científicos la han aceptado y muchos están preparados para ‘darle la vuelta’ a sus observaciones para que encajen con ésta” (H.S. Lipson, FRS Prof. De Física en la Univ. de Manchester, Inglaterra, ‘Un Físico Mira la Evolución’, Boletín de Física, Vol. 31, 1980, p. 138).

Aquí están los hechos. Absolutamente no existen formas de transición en parte alguna del registro de fósiles. Mientras los evolucionistas sugerirán que le tomó “50 millones de años a un pez para evolucionar a anfibio,” la simple verdad es que no hay formas transicionales de fósiles que demuestren eso. No se han encontrado criaturas que tengan evidencias de aletas parciales, pies parciales o cerebros parcialmente evolucionados, piernas, ojos, órganos u otras partes parciales del cuerpo.

Lo siguiente viene del “padre” del pensamiento evolucionista: “¿Por qué , si las especies han descendido de otras especies por graduaciones finas no vemos por todos lados innumerables formas de transición? ¿Por qué no toda la naturaleza está en confusión en vez de que las especies sean bien definidas como las vemos?” (El Origen de las Especies, Charles Darwin, cap. 6).

Considere una declaración referente a como fragmentos de huesos que supuestamente representan esqueletos humanos enteros dentro de varias etapas del registro de fósiles. El Dr. Leakey, considerado el más famoso antropólogo de fósiles en el mundo, dijo que la calavera de su famoso descubrimiento “Lucy” (conocido como Australopitecus alfarensis), es tan incompleto que la mayor parte de éste es “imaginación hecha de yeso de París”. El admitió que ninguna conclusión firme podía ser hecha acerca de la especie que era, aunque se le asignó una edad de 3.5 a 4 millones de años. Yo he visto la fotografía de su esqueleto y es sin significado.

La cubierta frontal de una bien conocida revista noticiosa nacional muestra una fotografía de una cabeza de mono acompañada de un artículo titulado “Como los Monos de Convirtieron en Humanos.” El artículo fue un lastimero intento de conectar primero un hueso del dedo de un pie a otro hueso encontrado diez millas más allá y después representarlos como una prueba de la evolución. Esto habla de la evolución como una conclusión puesta de antemano.

El artículo estaba lleno con frases inciertas “cerca de una respuesta,” “lo que parece ser,” “la gente ha especulado,” “estamos sugiriendo,” “aun algo de misterio,” “probablemente,” “presumiblemente,” “quizás,” etc. Esas frases son sin fin. Pero el trabajo artístico y los diagramas hacen la “evidencia” especulativa débil como sin prueba alguna.

El lector es dejado aun con la impresión de que los escritores fueron inciertos y poco confortables. Mezclados con presunciones sin base, el trabajo artístico presta credibilidad a través del sensacionalismo, dándole a éste “habilidad de ventas.”

¡Considere! No hay eslabones de plantas a animales, de reptiles a pájaros y mamíferos, etc. El registro de los fósiles muestra que los animales aparecieron repentinamente. La teoría entera de la “micro evolución” se colapsó, y los evolucionistas lo admitieron. Ellos decidieron entonces que posiblemente el registro de los fósiles podría ser descrito mejor como indicando “micro evolución,” algunas veces referida como “equilibrio puntualizado” o “la teoría del monstruo optimista.” Esta ridícula idea sugiere un reptil que podría repentinamente poner un huevo, de cuyo cascarón saldría un pájaro.

Tantas personas parecen dispuestas a caer en ideas ridículas porque se les ha dicho a través de su vida que la evolución es un hecho y asumen que no puede estar equivocada si “todos creen en ésta.” Una fuente dice, “Que las cosas vivientes están satisfechas por su medio ambiente, eso explica mejor el hecho de que fueron creadas para éste y no que hayan evolucionado dentro del éste” (¿Orígenes?, Ranganathan, B.G.).

Después de todo se ha dicho y hecho, el registro de los fósiles nunca reveló lo que los evolucionistas esperaban. El registro da una evidencia distinta de un hecho—¡la creación repentina, especial de toda la vida en una condición completamente formada! El creer en algo diferente es ser deshonesto con la evidencia.

El Asombroso Ojo Humano

El balance de éste folleto contiene una serie de breves examinaciones de varios ejemplos que reflejan el genio creativo de Dios y dan testimonio a una creación divina literal. ¡Cada uno de esos milagros de ingeniería desafía a los ateos y evolucionistas! Piense cuidadosamente acerca de lo que usted está leyendo y pregúntese si aun uno de ellos pudo haber evolucionado.

Comenzando con el ojo humano. Este mecanismo es espectacularmente complejo y es un testimonio particularmente inspirador a la grandeza de la suprema inteligencia de Dios.

Aquí hay tres declaraciones del Dr. David N. Menton. La primera representa la magnitud de la dificultad en tener al ojo humano evolucionando a su estado actual de extraordinario diseño y complejidad.

“El componente más asombroso de la cámara ocular es su ‘película’ o retina. Esta capa delgada y sensible, cuyas líneas están en la parte de atrás de la pupila, es más delgada que una hoja de plástico de envoltura y es bastamente más sensitiva a un amplio rango de luz que cualquier película hecha por el hombre. La mejor película hecha por el hombre puede manejar un rango de 1,000 a una. Por comparación, la retina humana puede manejar un rango dinámico de luz de 10 billones a una (o diez millones de veces más) y ¡puede sentir tan poca luz como un fotón de luz en la oscuridad! En la brillante luz del día la retina se emblanquece y pone su ‘control de volumen’ de una manera en que no se sobrecargue.

“Las células sensitivas a la luz que están en la retina son como un gran amplificador extremadamente complejo. Hay más de 10 millones de células en la retina y están empacadas juntas con una densidad de 200,000 (por milímetro) en una cavidad altamente sensitiva. Esas células fotorreceptoras tienen un alto rango de metabolismo y ¡deben ser remplazadas por completo cada 7 días! Si usted ve una luz muy brillante tal como el sol, las células se queman de inmediato pero son rápidamente remplazadas en muchos casos. Porque la retina es más delgada que la longitud de onda visible de la luz, la retina es totalmente transparente. Cada una de esas mínimas células fotorreceptoras son vástamente más complejas que la computadora más sofisticada hecha por el hombre”.

Note ahora: “El evolucionista Dr. Ernest Meyer dijo una vez: Es un considerable tensión en la credibilidad de uno asumir que estos sistemas finamente balanceados tales como ciertos órganos de los sentidos (el ojo de los vertebrados o las plumas de las aves) pudieran haber sido mejoradas por mutaciones al azar.”

Aun Darwin dijo una vez que al pensar en la complejidad del ojo le daba escalosfríos. He aquí otra razón por la que Darwin dijo eso. Esta cita ciertamente es escalsofriante: “Se ha estimado que ocurren ¡10 billones de cálculos cada segundo en la retina antes que la imagen llegue al cerebro! Esto es algo como comparar este rendimiento a la computadora más poderosa hecha por el hombre. En un artículo publicado en la revista de computadoras Byte (Abril de 1985), el Dr. Stevens dice: ‘Para simular 10 milisegundos de proceso completo de una simple célula nerviosa de la retina se requeriría la solución de alrededor de 500 ecuaciones diferenciales no lineares cien veces y tomaría al menos varios minutos de tiempo de proceso en una súper computadora Cray. Tenga en mente que hay 10 millones o más de tales células interactuando con otras de manera compleja, se requeriría un mínimo de cien años de tiempo en una computadora Cray para simular lo que tiene lugar en su ojo muchas veces cada segundo’” (Dr. David N. Menton, Ph. D., El Ojo, Asociación de Missouri para Creación—énfasis mío).

Saque usted sus propias conclusiones acerca de cómo tal organismo maravilloso—el ojo humano—pudo haber evolucionado. No se maraville acerca de que mi propio optometrista me dijo que él creía que el ojo no evolucionó. ¡El entiende que eso no puede ser! El ojo fue “inventado” por el Gran Inventor.

Las Termitas Australianas

A continuación veremos a una pequeña criatura poco conocida—la termita australiana. Esta termita en particular es diferente a todas las otras. Estas son cuatro criaturas en una, y cada una depende de las otras para continuar su existencia. Esta termita representa un caso en el que usted no puede tener una sin las otras. Considere esto:

“Una curiosidad que yo estudié en la clase de microbiología fue un microorganismo llamado Mixiotricha Paradoxa que vive en el intestino de las termitas australianas. Cuando fue descubierto por vez primera, parecía como si estuviese cubierto con un racimo de cabellos ondulados. Mirándolo más de cerca, se revelaba que no eran cabellos sino espiriquetas, las cuales son un tipo diferente de microorganismo. Sobre las Mixotricha hay protuberancias o apéndices donde las espiroquetas se encuentran pegadas, y bacilos que se alojan al otro lado de la protuberancia. Las espiroquetas suministran un medio de locomoción para la colonia entera de microorganismos. Son tres gérmenes totalmente diferentes que han decidido vivir juntos en una comunidad. Así, lo que Usted tiene es una interdependencia entre un microorganismo largo, una espiroqueta, un bacilo, una termita australiana y aun los árboles de los que se alimentan las termitas. Yo supongo que si Usted es un evolucionista tendría que creer que en un punto del tiempo ellos formaron un comité y decidieron trabajar todos juntos; la Mixotricha ‘desarrolló’ protuberancias donde las espiroquetas pudieran enterrar sus cabezas y en la parte trasera los bacilos pudiesen esconderse,; todos ellos ‘decidieron’ vivir en el intestino de una termita” (Douglas B. Sharp, La Revolución Contra la Evolución, cap. 5 – énfasis mío).

Esto ilustra el caso de una creación especial de todas esas criaturas, al mismo tiempo. Ellas no pudieron haberse desarrollado por separado y aun hacerlo en un punto donde pudieran “citarse” y pasar para siempre una existencia interdependiente y junta.

Los Koalas y los Árboles de Eucalipto

La mayoría está familiarizada con los blandos “osos” koalas y al menos han oído habla de los árboles de eucalipto. Ambos tienen una relación especial. Cada uno solo es nativo de un lugar en la tierra—Australia. Los koalas nada comen sino hojas de eucalipto, a menudo viven su vida entera en un bosque. Ellos también extraen humedad de esas hojas porque ellos raramente beben agua.

Los koalas poseen microorganismos específicos en su sistema digestivo necesarios para descomponer los elementos de las hojas de eucalipto que son tóxicos para las otras criaturas. Esas toxinas son convertidas a vitaminas. ¿Cómo evolucionaron los koalas a menos que fueran creados con esos microorganismos ya presentes en su estómago? Sin ellos, los koalas habrían comido hojas de eucalipto y habrían muerto. Sus sistemas son tan específicos que ellos solo pueden sobrevivir comiendo hojas de eucaliptos. Muchos naturalistas consideran que ellos tienen “el sistema digestivo más avanzado del planeta.” Su baja ingestión del 5% de proteínas, taninas y toxinas mataría a cualquier otro animal.

Para rechazar una creación especial por un Dios, los evolucionistas están forzados a concluir “Qué suerte para los koalas que los microorganismos exactos entraran a sus sistemas en el tiempo exacto en que ellos desarrollaban un gusto por comer solo hojas de eucalipto.” Esto demuestra que Dios creó a los koalas.

Ballenas y Delfines

La cita siguiente demuestra la imposibilidad de que las ballenas y los delfines evolucionasen a su estado presente. Esto yace en el contexto de una larga declaración acerca del por qué no hay fósiles que demuestren las varias etapas de transición en su desarrollo:

“Podemos demostrar un problema de transición usando el ejemplo de delfines y ballenas. Esos mamíferos llevan a sus crías vivas y respiran aire; pero pasan el tiempo entero de su vida en el mar. Presumiblemente, en orden para que delfines y ballenas hayan evolucionado, ellos deben haberse originado de un mamífero terrestre que retornó al agua y se cambió a una criatura marina. Pero los delfines y las ballenas tienen muchas características notables de las cuales depende su supervivencia, ¡por lo que ellos no pueden haber evolucionado! Sería difícil tratar de cambiar un autobús en un submarino, parte por parte a la vez, todo mientras se está viajando a 60 millas por hora.

“La siguiente es una lista de transiciones que los evolucionistas han tenido en cuenta en los delfines en su evolución de algún pre delfín desconocido que habitaba en tierra: (1) La nariz tuvo que haberse movido a la parte posterior de la cabeza. (2) Los pies, garras o cola tuvieron que cambiarse por aletas. (3) Tuvo que haberse desarrollado un cuerpo de forma de torpedo para nadar eficientemente en el agua. (4) Tuvo que beber agua de mar y desalinizarla. (5) Su estructura ósea entera y su metabolismo habrían tenido que ser cambiados. (6) Tuvo que haber desarrollado en sofisticado sistema de sonar para buscar alimentos.

“¿Habrían podido los delfines adquirir gradualmente esas características una por una a través de un período de millones de años? ¿Qué acerca de las etapas de transición? ¿Habrían ellos sobrevivido con solo algunas de esas características? ¿Por qué hay una ausencia total de formas fosilizadas de transición?

“Considere a la ballena con su tamaño enorme en comparación con el plancton de que se alimenta. La ballena es una aspiradora náutica de vacío, con un filtro. Mientras estaba ‘desarrollando esa característica ¿de qué se alimentaba? Para mí, eso toma gran cantidad de imaginación para representar la evolución de delfines y ballenas” (Douglas B. Sharp, La Revolución Contra la Evolución, Cap. 5).

¿Qué acerca de los Colibríes?

Una breve visión general de los pájaros revela algunos hechos notables. Virtualmente cada pájaro construye su nido de una manera diferente. La conducta en el cortejo, papeles sexuales y actividad reproductiva son diferentes entre cada especie. En un pájaro los papeles del macho recogiendo la comida mientras la hembra se sienta sobre los huevos están invertidos. Y cuando los sexos divergen —para los pájaros y otros animales (Aun hay plantas que son macho y hembra. ¿Cómo sucedió eso?).

Los colibríes son verdaderos genios. Ellos pesan una catorceava parte de una onza y como los helicópteros pueden volar hacia delante, hacia atrás, hacia los lados y pueden revolotear en medio del aire. Su mecanismo de vuelo es increíblemente complejo y sus plumas en sus alas son más fuertes para su peso que cualquier estructura diseñada por el hombre. Sus plumas constantemente de forma para ajustarse al viento y a presión del aire. La veleta de sus plumas funciona en mucho como un propulsor para ofrecer ascenso y propulsión.

Tres cuartas partes de su peso entero están en los músculos de las alas. Esos músculos poseen un tipo de mecanismo de despegue que ellos pueden usar durante aterrizajes y despegues. El aire fluye solo de una manera dentro de sus pulmones para traer un suministro constante de oxigeno para tan extenuante vuelo de alta velocidad. Ellos poseen también un mecanismo retráctil de aterrizaje, un sistema de migración de navegación, aerodinámica y camuflaje y un extraordinario sistema respiratorio donde ellos pueden almacenar aire extra dentro de sus huesos huecos. A su vez esto provee flotación y un acondicionador de aire interno. Los colibríes deben comer continuamente para satisfacer su alto nivel de metabolismo. El dejar de comer les significaría la muerte. Por sufrir un tipo de “hibernación” en la noche es que ellos sobreviven. ¿Podría todo esto haber evolucionado o solo sucedió?

Como los abejorros, quienes también parecen desafiar por completo las leyes de la física en su habilidad para volar, los colibríes san tan únicos y prácticamente una perfección aerodinámica. Solo Dios pudo haber hecho tan eficiente máquina voladora. Ninguna máquina aerodinámica se ha diseñado parecida a esta maravilla de vuelo.

¿Y los Peces?

El pez pescador, el pez arquero y los anableps son tres peces que nadan literalmente en la cara de la evolución.

La hembra del pez pescador tiene un anzuelo que pende de un apéndice extendido en frente de su nariz. Este anzuelo le sirve de señuelo para atraer un pez, golpearlo y tragarlo. El macho no tiene uno porque nunca come. En vez de eso se adhiere a la hembra, permitiendo que la corriente sanguínea de ambos se mezcle, así se alimenta él. Los evolucionistas no pueden explicar el pez pescador.

El pez arquero puede disparar insectos sobre la superficie del agua lanzando corritos de agua. El agua refracta severamente la luz y debería ocasionar un problema imposible para que el pez diese en el blanco.¿Cómo es que todos los peces arqueros saben instintivamente cómo computar el severo ángulo de refracción de la luz para golpear con éxito a su presa como la hacen?

Los anableps son unos peces con unos ojos extraordinarios. Esto le permite sentarse sobre la superficie y ver fuera del agua y bajo el agua al mismo tiempo. Sus ojos están literalmente divididos en dos partes enteramente separadas. ¿Cómo ocasionó la evolución que medio ojo evolucionase gradualmente para que pueda ver en el agua y viceversa con la otra mitad?

¿Qué ingeniero hizo tan eficientes submarinos, cuyo diseño los hace perfectos cazadores bien adaptados para sus necesidades y medio ambiente?

El Diseño Requiere un DISEÑADOR

No estamos preparados para dar una conclusión final a este folleto hasta que veamos dos o más fuentes. Más científicos están aceptando la gran evidencia del diseño, todo a nuestro derredor requiere el reconocimiento de un Gran Diseñador. La mayoría están reconociendo que la aceptación de cualquier otra explicación los fuerza a negar la realidad. La primera fuente pone la segunda:

“Todos concluyen natural y cómodamente que las cosas altamente ordenadas y diseñadas (máquinas, casas, etc.) deben su existencia a un diseñador. No es natural concluirlo de otra manera. Pero la evolución nos pide que rompamos lo que es natural para creer lo que es innatural, irrazonable e …inconcebible… La base para esta partida de lo que es natural y razonable es creer que esto no es hecho de observación o experiencia sino de irrazonables extrapolaciones de probabilidades, matemáticas y filosofía” (Wysong R.L., La Controversia de Creación/Evolución, 1976).

“En conclusión, es importante darse cuenta de que no estamos infiriendo diseño de lo que no conocemos, sino de lo que sabemos. No estamos infiriendo diseño para contar una caja negra, sino para contar una caja abierta. Un hombre de una cultura primitiva que ve un automóvil pudiera creer que se le suministra energía a través del viento o por un antílope escondido dentro del carro, pero cuando abre el cofre y ve la máquina él inmediatamente se da cuenta que el carro fue diseñado. En la misma manera la bioquímica ha abierto la célula para examinar qué es lo que la hace correr y vemos que también ésta ha sido diseñada.

“Fue una conmoción para las personas del siglo diecinueve cuando descubrieron desde las observaciones que la ciencia había hecho, que muchas características del mundo biológico no podían ser adscritas al elegante principio de selección natural. Es una conmoción para nosotros en el siglo veintiuno el descubrir desde las observaciones que la ciencia ha hecho, que los mecanismos fundamentales para la vida no pueden ser adscritos a la selección natural y por lo tanto fueron diseñados. Pero debemos tratar con nuestra conmoción lo mejor que podamos y seguir adelante. La teoría de la evolución in dirección está ya casi muerta, pero la obra de la ciencia continúa” (Behe, Michael J., Máquinas Moleculares).

Ciertamente, la verdadera ciencia siempre está en armonía con este hecho. ¡Nadie que crea en Dios o en una creación especial necesita temer a Dios o a la ciencia basada en hechos!

La Probabilidad de una Tierra

Hagamos un viaje imaginario a la luna y miremos la tierra. Considere todo lo que dejamos atrás en nuestro viaje. ¿Cuáles son las probabilidades matemáticas de que la tierra, con todas sus plantas, animales, ecosistemas y compleja interdependencia pudiesen haber venido a existir por sí mismos?¿Cuáles son las probabilidades de que esto pudiese haber sucedido alguna vez?

Numerosos científicos han reconocido la posición improbable de la ubicación de nuestro planeta en el sistema solar, en relación a su luna. Por ejemplo, si la tierra estuviese un 10% más lejos del solo se congelaría o si estuviese 10% más cerca del sol rápidamente se quemaría. Si estuviese un 20% más cerca de la luna, dos veces al día olas se levantarían olas de marea de 35-50 pies que inundarían de aquí para allá la mayor parte de la superficie de la tierra a gran velocidad.

El Dr. Hugh Ross, Ph. D., se sentó y cuidadosamente ejecutó un extraordinario cómputo matemático complejo. El tomó 123 parámetros separados (factores), los cuales tuvieron que estar presentes para que existiese la tierra, que tenían que haber venido juntos—“solo sucedieron”—por sí mismos.

Algunos de esos parámetros necesitan ser aquí listados para comenzar a apreciar la complejidad de sus cálculos.

El calculó un valor exacto para tamaño de galaxia, tipo, ubicación, nacimiento del sol, proximidad de la nébula solar a una erupción de súper nova, número de lunas, masa y distancia desde las lunas, fuerza de las mareas, inclinación del eje del planeta, distancia planetaria de las estrellas, distribución global de los continentes, grueso de la costra terrestre, transparencia atmosférica, presión, viscosidad, nivel de bióxido de carbono, cantidad de cloro, cobalto, cobre, flúor, níquel, potasio (y muchos otros elementos en la corteza terrestre), tasa de oxígeno a nitrógeno, actividad volcánica y muchas más. Después el Dr. Ross ejecutó un cómputo matemático final antes de llegar a la conclusión final de las oportunidades de que el universo entero produjese aun una tierra.

Los resultados de sus cálculos—el encontrar todos los 123 parámetros en una sola tierra son: “menos de una probabilidad en 10 a la 139º potencia (diez mil trillones de trillones de trillones de trillones de trillones de trillones de trillones de trillones de trillones de trillones de trillones) existe de que uno de tales planetas pudiese existir en algún lugar del universo.”

¡Esto representa un montón de ceros!

El número más grande conocido por los matemáticos es un veintillón—o un uno con 63 ceros. Un cuatrillón tiene quince ceros y un quintillón tiene 18 ceros . Tan gigantes como son esos números, las probabilidades de que una tierra apareciese en algún lugar del universo representa un número tan inmensamente largo como para dejar enano un cuatrillón. ¡Entienda! El universo es inseparable de las leyes de las matemáticas.

En otras palabras, la aparición de una sola tierra en algún lugar del universo es una probabilidad absolutamente imposible. ¡Cualquier matemático que se aprecie admitiría que la tierra fue creada exactamente como la vemos!

Científicos y Ateos Avergonzados

Este folleto representa una fracción de lo que yo estudié en preparación para escribirlo. Fácilmente podrían ser miles de páginas de longitud y el material no se acabaría para llegar a una conclusión. No obstante, todas las cosas, incluyendo éste folleto, tienen un límite razonable.

Pablo describió a aquellos que rehúsan aceptar la montaña de evidencias que demuestran la existencia de Dios. El escribió: “Porque lo que de Dios se conoce, á ellos es manifiesto; [obvio] porque Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de El, su eterna potencia y divinidad, se echan de ver desde la creación del mundo, siendo entendidas por las cosas que son hechas; de modo que son inexcusables: Porque habiendo conocido á Dios, no le glorificaron como á Dios, ni dieron gracias; antes se desvanecieron en sus discursos, y el necio corazón de ellos fue entenebrecido” (Rom. 1:19-21). La ciencia moderna es dejada sin excusas cuando ésta escoge creer y enseñar la evolución e ignorar la existencia de Dios. Se ha dicho: “no hay alguien más ciego que aquel que se rehúsa a ver.” Si la gente rehúsa aceptar pruebas—evidencias—verdad—acerca de la existencia de Dios, nada hay en absoluto que pueda decirse para borrar su ceguera escogida. Solo “el tonto dice en su corazón que no hay Dios.”

Una cita final de la ciencia resume mejor el por qué muchos ateos y evolucionistas viven en frustración y desilusión:

Encontrar un comienzo diferente del universo fue algo que la mayoría de los científicos no anticiparon y que hace a la mayoría de ellos como Einstein, enormemente incómodos. ‘Hay un tipo de religión en la ciencia,” dice Jestrow, ‘esta es la religión de una persona que cree que hay un orden y armonía en el universo, y que cada evento puede ser explicado de una manera racional como el producto de algún evento previo: cada efecto debe tener su causa, no hay Primera Causa.’ Pero hubo un Primer Efecto. El universo, ahora están de acuerdo la mayoría de los astrónomos y físicos, tuvo un comienzo distinto. Por lo tanto debe de haber una Primera Causa, un Primer Movimiento—Dios—quien puso el universo en movimiento. ‘Para el científico que ha vivido por su fe en las montañas de la ignorancia, él está a punto de conquistar el último pico; conforme se jala a sí mismo sobre la roca final, él es saludado por una banda de teólogos que han estado sentados allí por siglos’” (El Nuevo Americano, “Diseño Divino,” D. Behreandt, 18 Dic., 2000).

Al Escéptico

Entre las personas educadas en el Mundo Occidental, el término popular para aquellos que rehúsan aceptar la autoridad de un Dios Todopoderoso, es “deístas,” “racionalistas,” o más popularmente “altos críticos.”

La Biblia enseña que “Por cuanto la intención de la carne es enemistad contra Dios; [es hostil] porque no se sujeta á la ley de Dios, ni tampoco puede” (Rom. 8:7). Esta es la tendencia natural de todos los seres humanos—incluyéndolo a USTED—y la mayoría nunca lo creerían o lo admitirían. (Vea Jeremías 17:9) No hay prueba, evidencia, hecho, lógica o fuerte razonamiento que pudiese hacer que alguien quien NO ESTA DISPUESTO a hacer a un lado su naturaleza natural automática, prejuiciosa en contra de la creencia y en rendirse a la autoridad de un Dios amoroso, para hacerlo así. Lo natural y el prejuicio en contra de la creencia de un Dios Todopoderoso, quien les dice como vivir, ¡es suficiente para evitar que la mayoría admitan las pruebas contenidas en éste folleto!

¿Qué hará usted?

En su folleto ¿Existe Dios? Herbert W. Armstrong concluyó con ésta declaración bajo el subtítulo “El Reloj Maestro del Universo”.

“Pero entonces usted, Sr. Escéptico—usted mira en el vasto y gran cielo del RELOJ MAESTRO del universo, el cual nunca pierde un segundo—el reloj perfecto por el cual debemos constantemente poner todos nuestros relojes imperfectos hechos por el hombre—y usted me dice que ‘¡Todo eso SUCEDIÓ!’ ¡Que no hubo un Gran Relojero! Ninguna MENTE Maestra pensó y ni aun planeó ese vasto universo ni lo trajo a existir, que no puso cada estrella y cada planeta en su sitio e inició la multitud de cuerpos celestiales navegando a través del espacio, cada uno en su órbita prescrita en su precisión ordenada. Que no los modeló ni los puso juntos, que no les dio cuerda ni inició su carrera. Que no hubo inteligencia—ni planeación—NI CREACIÓN—¡Ni Dios!

“¿Usted me dice eso?

“Si usted pudo, yo le respondo que no respeto su inteligencia. Y el Dios a quién yo reconozco le responde a usted: ‘Dijo el NECIO en su corazón: No hay Dios’ (Sal 14:1; 53:1).

“Si usted puede mirarse a sí mismo y observar cuán inteligentemente PLANEADO y ejecutado es todo en la naturaleza y en las plantas y en la vida animal—cada cosa que vemos, excepto la corrupta y contaminada bella obra de las manos de Dios por la torpe mano del HOMBRE ignorante que rechaza a Dios—y entonces decir que usted duda de la existencia de un todo sabio, todo conocedor y todo poderoso Dios Creador, ¡entonces yo no tengo mucha fe en su proceso racional o en su sinceridad como buscador de la VERDAD!”