sábado, 14 de junio de 2008

CONTACTAR AL OTRO


¿Por qué será que nos sentimos solos si estamos rodeados de gente? ¿Por qué será que no comprendemos a nadie y nadie nos comprende?
Porque no saltamos al vacío.

Para contactar verdaderamente al otro tengo que hacerme vulnerable a él y su energía. Y no quiero. Y me da miedo. Y no le encuentro sentido. Y el instinto de conservación manda. Y entonces él y yo seguimos solos.

No es fácil, hay que darle el gobierno al corazón, pensar poco, sentir mucho, olvidarse de lo que me conviene o me puede llegar a pasar si lo hago y saltar.

Al vacío porque es un vacío lleno de dudas e incertidumbres, pero es un vacío en el cual después de caer aterrado unos metros empiezo a caer para arriba como en esa mágica metáfora final del “El caballero de la armadura oxidada” de Robert Fisher y mi vida cambia de nivel porque pude finalmente abrirme al Amor, que - no voy a decir nada nuevo- es la única fuerza transformadora de verdad para cualquiera.

Si trágicamente decido no saltar, voy a estar más tranquilo y más seguro pero voy a seguir solo y el otro también.

El poeta que me acompaña desde adentro o desde arriba o vaya a saber desde donde… me dictó algo para resumir mejor lo aquí planteado.

A OJOS CERRADOS

Voy a cerrar los ojos y forzar
a la mente a soltar el timón,
y en arrojo supremo coronar
como mi Rey, al corazón.

Voy a armar un inviolable desván,
para llenarlo de míseros impostores,
donde hábito y pasado dialogarán,
y futuro y obligación dividirán honores.

Voy a emprender Hoy el camino anhelado,
libre y solo como en un nuevo nacimiento,
de todo que no sea Amor despojado.

Porque se que aunque truene el escarmiento,
y de esta pobre vida sea arrojado,
ese camino……me lleva a Tu lado.

*Joaquín Madero

No hay comentarios:

Archivo del blog