Una veintena de filólogos, profesores universitarios y guionistas, entre otros profesionales, van a analizar en San Millán de
Ese es el objetivo del seminario internacional «El español de los jóvenes», que inaugurará el próximo miércoles 9 de abril
A lo largo de tres días los especialistas «reclutados» por
La profesora de Lengua Española de
La autora del libro «Cultura y estilo de los niños bien: radiografía del lenguaje pijo» (2002) admite que «los jóvenes abandonan su forma de hablar cuando se hacen adultos», pero «a veces sus expresiones llegan a la lengua general que utilizamos todos» y pone como ejemplo el verbo «ligar» o la expresión «estar out«.
Francisco Reyes acudirá al seminario con un punto de vista basado en una experiencia «multidisciplinar» con jóvenes, ya que es músico de hip-hop, pinta grafitis y enseña en
El lenguaje juvenil está marcado por «falta de vocabulario y las faltas de ortografía al escribir», lo que revela «una incultura cada vez mayor por el sistema educativo que han tenido», dice.
Reyes achaca a las nuevas tecnologías, «sobre todo al messenger y a los mensajes de móvil» el «embrutecimiento» en la forma de hablar y escribir de los jóvenes, «que tienen ahora más información al alcance de la mano que nunca, pero están más desinformados que antes».
«Lo malo es que la tendencia va a peor; ya hay licenciados que escriben con faltas», advierte Reyes.
En un punto medio entre ambos se encuentra Ricard Morant, profesor del Lingüística de
De hecho, incide, «aunque creamos que los jóvenes no tienen la misma riqueza léxica que los adultos, hay campos, como el de la informática, en el que, en general, tienen más vocabulario».
El catedrático de Lingüística Inglesa de
«Eso les hace más daño a los jóvenes, pero también es cierto que ellos aplican más imaginación y creatividad al lenguaje, sobre todo a nivel coloquial, y son capaces de encontrar palabras concretas para cada contexto», explica.
Subraya que, «si hablamos de cómo usa el lenguaje la juventud, no podemos pensar que la situación es blanca o negra, sino gris».
Uno de los defectos que achacan algunos especialistas al habla de los jóvenes es la falta de vocabulario. Para paliarlo, han surgido diferentes iniciativas, entre ellas, un juego para vídeo-consolas sobre palabras, que en español ha sido realizado por el profesor de
Este filólogo es partidario de aprovechar el «doble filo» de las nuevas tecnologías para el lenguaje, ya que «por un lado lo pervierten, es cierto, pero por otro, ahora tenemos recursos para mejorar su uso».
«Hay que darle la vuelta a lo que en parte ha creado el problema, las nuevas tecnologías, hay que investigar cómo aprovecharlas en este campo», insiste Moreno, quien defiende que «nuestros jóvenes no hablan peor que cómo lo hicimos nosotros, pero sí escriben peor».
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