sábado, 14 de junio de 2008

Es gratis ... y para tí.

Vamos a ver: Hay cosas que no se pueden
ni comprar ni vender.
Por más que uno quiera, no se puede.
Gracias a Dios, no se puede.
Nadie puede comprar una familia.
Nadie vende familias.
Tampoco se puede comprar un mimo,
un abrazo, un beso con ruido,
una mano cariñosa en el hombro.
Aunque uno tenga los millones de Mc Pato
no se puede.
Nadie puede comprar un chiste de mi abuela.
No se compra ni se vende un cuento a la hora de dormir.
Nadie podría comprar una vuelta en tatachín
sobre la espalda de papá.
Tampoco se puede comprar una mamá,
la alegría de un cumpleaños en casa,
la compañía cuando estamos enfermos,
la sopa con queso rallado de la tía,
las magias que inventa mi abuelo, salir a caminar un domingo por la tarde,
un amigo que nunca falle.
No se pueden comprar.
No se pueden vender.
¡Es queno tienen precio!
Las cosas más importantes de la vida,
nunca se pudieron comprar.
Son cosas gratis.
Cosas que se hacen porque sí,
por amor, nada más.
Lo más importante de esta vida
siempre es gratis.
Como Dios.

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